Cerca de mil personas marcharon este viernes por las principales calles de Miranda (Cauca), en rechazo al atentado con un artefacto explosivo lanzado por guerrilleros de las Farc, que dejó a una niña muerta y a otras cuatro personas heridas.
La solidaridad se sintió en este municipio caucano para acompañar a la familia de la pequeña de tres años de edad, quien murió víctima de la explosión mientras dormía en una pequeña vivienda de madera en la vereda Calandaima.
La familia Yaqui Muse dormía en la noche del miércoles cuando un ‘tatuco’ lanzado por las Farc contra una base militar cayó en la choza. El padre y otros dos niños de 4 y 16 años de edad resultaron heridos y la vivienda semidestruida.
Hace seis meses esta familia campesina llegó a la vereda Calandaima, desplazada por la violencia de grupos guerrilleros en el municipio de Páez, también en el Cauca.
Las autoridades rechazaron el atentado como una violación de la distinción entre civiles y combatientes que ordena el Derecho Internacional Humanitario.
En las últimas semanas una escalada de ataques guerrilleros han azotado diferentes regiones del país como Cauca, Valle, Meta y Putumayo, donde los ataques causaron daños a acueductos que dejaron sin agua energía miles de habitantes y generaron contaminación por derrame de petróleo en el río Putumayo.
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