Dos guardias españoles fueron asesinados en un atentado en la isla de Mallorca, perpetrado por la organización separatista del País Vasco, Eta. Es el segundo acto terrorista en los últimos dos días; el primero fue una explosión en una casa cuartel en Burgos que dejó 66 heridos leves.
Es todo un contrasentido histórico que se busque la independencia de una pequeña región a punta de bombas y asesinatos en el viejo continente, en donde han desaparecido las fronteras y se ha dado origen a una gran comunidad de naciones que se ayudan entre sí.
¿Qué quieren los separatistas vascos matando personas inocentes y atemorizando a todo un país?
Eta vuelve a asesinar y los muertos de su lucha se hacen incomprensibles cada día que pasa. La lucha terrorista por la independencia de una región parece sacada de un libro de historia, pero tristemente es pura realidad.
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