La pesadilla que el campesino Luis Eider Dagua vivió el pasado 22 de febrero cuando guerrilleros de las Farc le cosieron la boca y le torturaron las manos por negarse a llevar un burro cargado de explosivos hasta un puesto de control militar, volvió a vivirla en la madrugada del domingo pasado.
Esta vez, los subversivos lo buscaron en una vivienda en Cali y trataron de llevárselo hasta las montañas del norte del Cauca, donde pretendían hacerle un juicio “porque se había negado a hacer esa acción la vez pasada”, denunció el coronel Jorge Humberto Jerez, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Apolo.
Información oficial indica que cuando los guerrilleros internaban a Dagua por los caminos escarpados, se encontraron con un puesto de control militar, entonces procedieron a desviarse del camino.
El labriego recordó que los guerrilleros lo llevaban “en un carro y les avisaron que había otros carros. Gracias a Dios estaba el Ejército y entonces ellos no pudieron seguir y se preguntaron que hacemos con este, entonces ahí fue donde me amarraron las manos y me dejaron ahí”.
El campesino fue abandonado en un paraje rural de El Palo, corregimiento de Caloto, donde fue ubicado por los soldados en la madrugada, sin camisa y con una nariguera de manila que le traspasaba las fosas nasales, además de varios cordeles en manos y pies.
Resistió las agresiones
Luis Eider Dagua sintió nuevamente el dolor cuando los guerrilleros procedieron a coserle los pies con agujas capoteras y a ponerle la nariguera para arrastrarlo como bestia.
Este fue el relato que el labriego hizo a los militares y que según el general Jerez, gracias a la “pericia del campesino”, logró sobrevivir a esta agresión.
“Ellos se metieron por una trocha cuando vieron a los soldados. En ese camino el campesino se les hizo el desmayado y entonces ellos procedieron a coserle los pies”, aseveró Jerez.
En ese momento y ante el aguante de Dagua quien se quedó quieto para tratar de escapársele a la muerte, los guerrilleros intentaron prenderle fuego, pero ante el ruido producido “salieron huyendo y ahí fue cuando los soldados lo encontraron y le prestaron los primeros auxilios”.
Hay una investigación
Cuando el campesino Dagua fue agredido la primera vez, el Defensor del Pueblo del Cauca, Víctor Meléndez, anunció una investigación, in curso, sobre este hecho y solicitó medidas de protección para él y su familia.
Las dos agresiones son una clara infracción al Derecho Internacional Humanitario, DIH, porque afecta a personas protegidas como lo son los civiles y aquellos combatientes que hayan dejado de serlo.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6