Expertos de la Universidad Nacional y Laboratorios Roche se reunieron el martes pasado para hablar sobre el futuro de los medicamentos biotecnológicos y presentar el primer Premio de Periodismo Biotecnología en Salud.
Para Antonio Iglesias, exdirector del Instituto Nacional de Salud, estos medicamentos "van a tomar un auge" que podría verse representado en un 15 o 20 por ciento del mercado para 2015.
Los biotecnológicos, en una definición amplia, son aquellos medicamentos que en sus procesos de elaboración utilizan organismos vivos como hongos y bacterias, células animales, vegetales o humanas.
Lucía Arteaga, química farmacéutica y docente de la Universidad Nacional, explica que son "manufacturados" por la maquinaria biosintética que existe en el interior de las células.
La penicilina e insulina, antibióticos, vacunas, hormonas para el crecimiento y anticuerpos monoclonales son algunos de los productos que incorporan en su elaboración procesos biotecnológicos.
"Son contundentes los beneficios que se han derivado de estos a la salud y calidad de vida", señala Gustavo Buitrago, director del Instituto Biotecnológico de la Universidad Nacional.
Y es que la biotecnología es una disciplina cuya aplicación tiene sus usos más recientes en la medicina, pero que ha estado presente junto al hombre a lo largo de casi toda la historia.
Utilizada en la producción de vinos y quesos, pasando por la agricultura a gran escala, la biotecnología promete avances importantes -según el concepto del doctor Iglesias- en reumatología, oncología y en el tratamiento de infecciones.
Estima Buitrago que no es de extrañar que "en un futuro no muy lejano podamos hacer nuestros propios diagnósticos". De hecho, Augusto Buitrago explica que las pruebas de embarazo modernas y las que utilizan constantemente los diabéticos para medir sus niveles de glucosa son productos biotecnológicos.
Por el alto potencial de crecimiento que tienen los medicamentos y productos de este tipo, los expertos recomendaron una adecuada supervisión estatal tanto de los fármacos como de sus "biosimilares".
Ya se consigue en el mercado el Etanar, pero se estima que en los próximos meses entren varios más. Advierte Antonio Iglesias que estos medicamentos deben ser "altamente similares" en sus procesos de fabricación.
Según la comunidad médica reunida durante el lanzamiento del Premio de Biotecnología en Salud, el consumo de medicamentos biotecnológicos necesitan la supervisión directa de un especialista, pues a diferencia de los que tienen un proceso "químico" de elaboración, pueden generar complicaciones como alergias, inmunogenicidad, choques anafilácticos o la enfermedad del suero.
"Es mucho más inestable esta molécula. Esto hay que manejarlo con cuidado y requiere legislación específica", puntualiza Lucía Arteaga.
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