Aunque los organizadores de los Juegos Suramericanos se dieron plazo hasta la media noche de ayer para completar el número de participantes en fútbol femenino, todo apuntaba a que el torneo se cancelaría.
A última hora renunciaron Argentina y Paraguay, y con Chile, Ecuador y Colombia no se puede realizar el campeonato por reglamentación de la Organización Deportiva Suramericana, Odesur.
Parodiando el refrán popular, "los Juegos se quedaron con las canchas hechas", pues en Rionegro y Guarne se construyeron escenarios con césped sintético y todas las especificaciones internacionales para la ocasión.
"Ojalá a última hora se confirme que sí habrá torneo, porque de lo contrario nos privaremos de un bonito espectáculo, perderemos posicionamiento y oportunidades de mostrar nuevos talentos hacia el exterior", dijo Liliana Zapata, entrenadora de la Selección Antioquia, quien no pudo ocultar su tristeza.
Ella, una luchadora incansable del balompié femenino, soñaba con ver en acción a las diez selecciones del sur del continente, "porque esta es una fiesta que seguramente no nos volverá a tocar a muchos".
Juan Carlos Charria, seleccionador nacional sub17, elenco que haría las veces de anfitrión, advirtió que solo hasta que se oficializara la cancelación no dejaría de trabajar. "De todas maneras continuaremos nuestras labores con este proceso", comentó ayer al confirmar que en el grupo que está concentrado en territorio antioqueño hay varias integrantes del equipo que asistió al Suramericano de Brasil.
Para las niñas que estaban ilusionadas con participar y representar al país es un golpe duro que, ojalá, puedan asimilar.
Charria, entrenador también de la Selección Colombia sub20 que se prepara en Bucaramanga para el Torneo Suramericano que comenzará el 3 de marzo, señaló que sería una lástima que en Juegos no hubiera torneo femenino. "El fogueo internacional es determinante para el progreso y la madurez de estas niñas" que le apuntan a la alta competencia.
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