SISTEMÁTICAMENTE ENGAÑADOS. Conviene distinguir entre proteger el ambiente, pues somos responsables de la conservación de los ríos, los bosques, la flora y la fauna, y la protección del clima, que tiene que ver con el cambio climático (Václav Kalus). A través de documentales y programas educativos, los ecologistas están infundiendo pánico con sus reiterados presagios de una inminente catástrofe, debido al calentamiento global de la tierra.
Ellos culpan a la humanidad del cambio climático y, en consecuencia, adelantan políticas de control para salvar al planeta. Está comprobado que los cambios de temperatura oscilan siglo a siglo debido a las irradiaciones solares, no a la cantidad de dióxido de carbono (CO2) emitido por la actividad industrial. El ecologismo es un escaparate que esconde una ideología que pretende cambiar al hombre, no al clima; manipular los hábitos de vida de los pueblos, es decir, su libertad que es lo más preciado que poseemos. Es una disputa sobre la gente, los valores, el bienvivir. El ecologismo utiliza lenguaje científico para fines acientíficos. En resumen: hay que cuidar el ambiente, pero rechazar posturas ecologistas antihumanas.
Pico y Placa Medellín
viernes
no
no