Le suena familiar esta frase: ¿Preferiría que no me subieran el salario, porque buena parte del reajuste se lo devora el Gobierno a través de los impuestos?
Eso no está lejano de la realidad ni son calumnias de la oposición. Tampoco es algo inevitable, porque a punta de herramientas, totalmente legales, las empresas y sus trabajadores pueden conciliar fórmulas gana-gana.
José Manuel Acosta Gómez, presidente de la firma Human Capital, trae unos casos interesantes.
El primero es de un ejecutivo que gana un salario mensual de 16 millones de pesos. Con el esquema convencional de remuneración, en seguridad social se le van 1 millón 120.000 pesos. Y en Retención en la Fuente se le escurren 2 millones 462.000 pesos.
En esas condiciones su ingreso neto se sitúa en 12 millones 418.000 pesos mensuales.
Al acudir a un sistema de retribución más flexible, este mismo trabajador podría elevar su ingreso neto en 1 millón 504.000 pesos. En un año, es como una prima de 18 millones.
Para tenerla es preciso que acepte recibir 5 millones 600.000 pesos en beneficios. Con esa decisión adelgaza sus pagos de seguridad social, los cuales se sitúan en 812.000 pesos. Igual pasa con la Retefuente, que baja a 1 millón 266.000 pesos.
Miren lo que ocurre, según los análisis de Human Capital, cuando a este ejecutivo le suben 5,5 por ciento su salario. En el modelo clásico o tradicional, su ingreso neto llegaría a 13 millones 35.400 pesos. En cambio, con una receta de flexibilización laboral ese valor es de 14 millones 646.340 pesos. Eso equivale a más de 1 millón 600.000 pesos mensuales que libera.
¿Con qué esquema se quedaría?
¿Y qué pasa con su patrono?
Según las cifras del consultor, al flexibilizar el salario de ese ejecutivo la empresa obtiene un ahorro anual cercano a los 8,5 millones de pesos. El mismo raya en los 9 millones de pesos cuando haga el reajuste del 5,5 por ciento en la remuneración.
Para salarios bajos y medios también aplica la misma lógica. Un trabajador que devengue 3 millones de pesos mensuales se ahorraría cerca de 900.000 pesos en el año, con los cuales bien podría financiar parte de sus vacaciones o amortizar un crédito. Y su patrono, disfrutaría de un ahorro anual cercano a los 2,4 millones.
Acosta Gómez insiste: Todo es legal. Hay hasta sentencias de las altas cortes que validan los controvertidos acuerdos extralegales y más de 12 formas de remuneración que liman esa gran tajada que se lleva el fisco.
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