El impacto de la tormenta tropical Hanna comienza a verse en Haití, tras descubrir las autoridades 500 cuerpos en la localidad de Gonavides, donde el agua baja y revela la tragedia.
Las fuerzas de paz de las Naciones Unidas y los grupos humanitarios se afanaban para dar de comer a miles de personas que la tormenta tropical Hanna dejó en un estado de necesidad extrema, aunque les quedan otros miles más por socorrer, mientras el huracán Ike seguramente traerá más lluvias este fin de semana a esta ciudad inundada.
El empeoramiento de las condiciones meteorológicas podría impedir el reparto de ayuda, la recuperación de cadáveres y -con la tierra ya anegada y los ríos desbordados- causar más muertos.
Ante la aproximación de Ike, huracán de categoría 3, el Centro Nacional de Huracanes de Miami emitió este sábado una advertencia de tormenta tropical para partes de Haití, entre ellas Gonaives.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas dijo que las sucesivas tormentas han desplazado a centenares de miles de personas y destruido multitud de casas y plantaciones. Un barco alquilado por ese organismo atracó en esta ciudad el viernes con agua potable y alimentos, que los cascos azules comenzaron a distribuir a los desesperados sobrevivientes de Hanna alojados en centros de emergencia.
"El PMA cuenta con una logística de primera clase, y esta tormenta nos ha sometido a prueba", dijo la representante en Haití del programa, Myrta Kaulard.
Carreteras inundadas, muelles destrozados y averías generalizadas del servicio telefónico impidieron el viernes la distribución de alimentos a unas 2.000 personas hambrientas.
El buque contenedor Trois Rivieres, fletado por el PMA, llegó a un puerto privado situado fuera de la ciudad, custodiado por soldados argentinos armados con fusiles automáticos.
A las pocas horas, los empleados de las Naciones Unidos comenzaron a distribuir galletas de alto contenido proteínico y agua en los refugios de emergencia, donde se encuentran alojadas por lo menos 40.000 personas y en creciente estado de desesperación. Los equipos de socorro distribuyeron alimentos en dos refugios a unas 2.000 personas antes de ser suspendidas las operaciones debido a la oscuridad.
Peligro
La tormenta tropical Hanna avanzaba el sábado por Carolina del Norte y Carolina del Sur llevando intensas precipitaciones a la costa del Atlántico de Estados Unidos, al tiempo que el poderoso huracán Ike amenazaba Cuba y el Golfo de México.
Se prevé que Hanna, con vientos por debajo de la fuerza de un huracán categoría 1, avance rápidamente hacia el noreste junto a la costa este durante el fin de semana, con fuertes lluvias y riesgo de inundaciones para los estados del centro del litoral atlántico y el sur de Nueva Inglaterra.
Ike, un peligroso huracán de categoría 3 en la escala de cinco niveles de Saffir-Simpson podría fortalecerse para alcanzar la potencialmente devastadora categoría 4, y es muy posible que avance directamente hacia Cuba y luego impacte las plataformas petroleras del Golfo de México.
Aunque los pronósticos a largo plazo pueden ser erróneos, Ike podría seguir la ruta del huracán Gustav, y afectar una zona que produce cerca de un cuarto del crudo doméstico de Estados Unidos y arribar cerca de Nueva Orleans, una ciudad aún traumatizada por el paso del devastador ciclón Katrina.
Funcionarios de manejo de emergencias de Carolina del Norte afirmaron que no tenían reportes de víctimas mortales o daños mayores, después de que Hanna llegara al estado.
"Tenemos reportes de entre 9.000 y 12.000 viviendas sin electricidad en el este", dijo el portavoz Mark Van Sciver desde el Centro de Manejo de Emergencias del estado en Raleigh.
"También hay algunas inundaciones menores", agregó.
Más de 1.500 personas estaban alojadas en 45 refugios a lo largo de la costa este. Desde Georgia hasta Nueva Jersey, las comunidades costeras recibieron órdenes de evacuación y se emitieron alertas de tormenta.
El centro de Hanna se encontraba a 25 millas (45 kilómetros) al oeste de Wilmington, Carolina del Norte, tres horas después de tocar tierra, dijo el CNH. La tormenta se dirigía hacia el norte a 35 kph, con vientos máximos sostenidos de 60 millas (95 kilómetros) por hora, dijo el CNH.
Hanna se trasladará a lo largo del este de Carolina del Norte durante la mañana del sábado, junto a la costa del Atlántico por la tarde y a través de la costa noreste de Estados Unidos y sureste de Canadá el domingo. Más de tres pulgadas de precipitaciones han caído sobre Carolina del Sur.
Más que una amenaza
Ike es mucho más amenazante que Hanna, debido a que posiblemente alcanzará la categoría 4 y podría tomar una trayectoria en dirección hacia la zona densamente poblada del sur de Florida, o avanzar hasta Cuba y su vulnerable capital de La Habana, antes de llegar hasta el Golfo de México.
Modelos computarizados usados para predecir tormentas señalan que el huracán podría amenazar las 4.000 plataformas mar adentro frente a Luisiana y Texas, que generan un cuarto del petróleo estadounidense y 15 por ciento de su gas natural.
Ike podría hallar aguas cálidas en el Golfo, lo que le permitiría fortalecerse aún más, aunque el huracán Gustav pudo haber llevado aguas más frías antes de alcanzar Luisiana y Nueva Orleans el lunes.
El CNH sostuvo a las 5.00 hora local (0900 GMT) que Ike se encontraba a unas 265 millas (425 kilómetros) al este de Isla Gran Turca y se espera que avance hacia el oeste sobre las Islas Caimán y el sur de las Bahamas para el domingo.