Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña y China), además de Alemania, decidieron este lunes aplicar nuevas sanciones a Irán por no contestar a las propuestas para que detenga su actividad nuclear.
"A falta de una respuesta clara y positiva de Irán, hemos decidido que no tenemos otra opción que aplicar nuevas medidas adicionales contra Irán", indicó el portavoz del Departamento de Estado Gonzalo Gallegos.
Según dijo, los seis países han mantenido una conversación telefónica al más alto nivel y han decidido avanzar en las medidas de presión, después de que Irán no cumpliera el plazo que tenía hasta este fin de semana para aceptar el paquete de incentivos económicos, a cambio de renunciar a su programa nuclear.
Irán anunció, al vencer el plazo previsto, que iba a dar su respuesta por escrito este martes, pero Estados Unidos adelantó que habrá medidas punitivas por no haber emitido una contestación de manera apropiada.
"Irán ha tomado la clara determinación de permanecer aislado", dijo este lunes el portavoz Gallegos en un encuentro con periodistas.
Las ofertas sin respuesta
Los países occidentales habían ofrecido al Gobierno iraní una serie de incentivos, principalmente, la paralización de las sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, a cambio de que suspendiera su programa nuclear.
Le dieron un plazo de dos semanas, a partir del 19 de julio, para que respondiese, lo que se cumplía el pasado fin de semana.
"Está claro que el Gobierno de Irán no ha cumplido con la demanda de la comunidad internacional de detener su programa de enriquecimiento nuclear y no está ni siquiera interesado en intentarlo", dijo este domingo en declaraciones a la prensa Richard Grenell, portavoz de la misión estadounidense ante Naciones Unidas.
"No le dejan más opción al Consejo de Seguridad que la de aumentar las sanciones", indicó Grenell.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, afirmó el sábado que su país "no renunciará ni a un ápice" de su derecho nuclear.
Los países occidentales acusan a Irán de querer desarrollar armas nucleares bajo la tapadera de un proyecto civil para la generación de electricidad.
Irán insiste en que su programa de enriquecimiento de uranio persigue exclusivamente la generación de electricidad.
El pasado 23 de junio la Unión Europea ya había aprobado sanciones contra Irán.