Desde hace varias décadas estamos acostumbrados a la presencia de la Inversión Extranjera Directa en el aparato productivo colombiano. En los últimos años su repunte ha sido mayor, especialmente, por el lado de hidrocarburos y comunicaciones, estimándose que al cierre de 2011 la inversión supere los 10.000 millones de dólares. Sin duda, esto se viene constituyendo en un elemento importante que explica el buen dinamismo de la economía. Junto a ello, se destaca como motor del crecimiento económico regional el aumento de la inversión de la gran empresa antioqueña en los mercados internacionales, en los países latinoamericanos y en Estados Unidos.
Grupos o empresas como Argos, Nutresa, Isagén, EPM, Suramericana, Familia, Corona, ISA y Bancolombia, sólo para citar algunas, han fortalecido sus procesos de internacionalización y las mayores oportunidades de negocios en el exterior, con la compra de empresas, principalmente en las áreas de comercialización, producción, distribución, financiación y aseguramiento. La facilidad de acceso al crédito por la liquidez del mercado doméstico, el éxito en la colocación de acciones y bonos y la devaluación del dólar, son factores que posibilitan la apertura de nuestras empresas en los mercados globales.
Un par de ejemplos ilustran esta dinámica: la inversión del Grupo de Inversiones Suramericana por 3.763 millones de dólares. Se trata de la compra más grande realizada por una empresa privada en el exterior, con la cual adquirió las compañías de ING en Chile, México, Perú, Uruguay y Colombia. Así, se convierte en el primero en pensiones de América Latina y en uno de los principales en ahorro e inversión de la región, con 25 millones de clientes.
De otro lado, cada vez aumenta el número de empresas colombianas interesadas en competir en el mercado bursátil norteamericano, como es el caso de de Isagén, Grupo Sura, Davivienda y Grupo aval, que mediante la emisión de ADR´s, definidos como certificados de depósito negociables, emitidos en Estados Unidos, en dólares y representativos de títulos de una compañía de un país externo; buscan fuentes de financiamiento para apalancar sus operaciones en el exterior. En general, a pesar de que los beneficios de estas inversiones están orientados sobre el largo plazo, hoy están comenzando a generar réditos y están dando frutos de manera significativa, lo cual se refleja directamente en mayores ingresos y en aumentos en el nivel de utilidades de las empresas. Para resaltar en este frente, los resultados del primer semestre del Grupo Nutresa con su filiales en el exterior, cuyas ventas crecieron 35.7%, aportando éstas el 30,2% del total de ingresos facturados por el Grupo, destacándose el buen momento de los negocios en Estados Unidos, con crecimiento del 74.1%, Perú 19.5%, México 18.3% y Centroamérica 17.3%. De la misma manera, de los US$ 2.997 millones de ingresos generados por EPM en lo que va corrido de este año, las filiales en Centroamérica aportaron el 25% de dichos ingresos, cifra significativa si se compara con el aporte realizado por las filiales de energía en Colombia que fue del 14%.
En suma, las ganancias para la competitividad de las firmas de estas inversiones saltan a la vista, desde los aportes al crecimiento regional (mayores niveles de tributación y creación de nuevos empleos), hasta los logros en materia de innovación y desarrollo, que se traducen en mejora de los diferentes procesos productivos mediante la elaboración de productos con alto valor agregado, la búsqueda de nuevos mercados y el fortalecimiento patrimonial y financiero de las organizaciones empresariales.
Decano de Ciencias Económicas-Universidad de Antioquia
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