Por lo menos 25 bebés murieron en las dos últimas semanas en un hospital de la ciudad brasileña de Belén, según informaron este viernes sus autoridades, que las atribuyeron a partos prematuros, aunque abrirán una investigación por sospechas de una infección.
Las muertes ocurrieron en la Santa Casa de Misericordia de la ciudad, capital del estado amazónico de Pará.
Según explicó en rueda de prensa el secretario de Salud de esa región, Hélio Franco, todos los bebés tenían un peso inferior a 1,5 kilos y fallecieron poco después de nacer.
Franco apuntó que, en todos los casos, se trató de partos prematuros, pero el sindicato de médicos exigió que se realice una investigación, pues teme que las muertes se debieron a una infección hospitalaria.
El presidente del sindicato, Joao Gouvea, dijo a medios locales que es "apresurado" atribuir las muertes a partos prematuros y denunció que el centro sanitario tiene serios problemas de higiene, no cuenta con médicos suficientes y faltan los equipamientos necesarios para garantizar una buena atención.
La Secretaría de Salud informó que iniciará la investigación exigida por el sindicato de médicos, en la cual participarán además representantes del Ministerio Público y de otros organismos del Estado.