Juan David Ortiz soñaba con trabajar en el área de la animación cuando estudiaba en el colegio. Algunos años después, estando a punto de terminar su carrera como diseñador gráfico en la Universidad Pontificia Bolivariana, ya tiene su propia empresa con algunos amigos: una productora audiovisual llamada Otrocuento.
"La UPB era la única universidad que tenía el énfasis audiovisual que yo quería, pero una vez entré me di cuenta que había muchas otras posibilidades, que podíamos trabajar con la web, con vestuario, con el área editorial o con estrategia y marca, de acuerdo con el perfil de cada uno", cuenta Juan David.
A él la carrera le permitió desarrollar la capacidad creativa y una estructura mental más práctica y ágil a la hora de conceptualizar las ideas.
Uno de los compañeros de Juan David, tanto de la carrera como en la empresa Otrocuento, es Felipe Vanegas quien opina que las metodologías aprendidas en Diseño Gráfico les permiten trabajar con creativos de diferentes áreas de conocimiento para desarrollar propuestas innovadoras.
"Poder trabajar en proyectos de diferentes campos del conocimiento me ha dado una formación interdisciplinaria. Por ejumplo, en el área audiovisual he podido interactuar con periodistas y fotógrafos, también estoy en un grupo de investigación en el que me toca trabajar con ingenieros y profesores de artes escénicas", dice Felipe.
Como ellos, Alejandra Congote también es estudiante de la UPB pero de Diseño de Vestuario.
"Yo empecé a estudiar Arquitectura pero me pasé para mi carrera porque me gusta producir lo que investigo y dibujo. La universidad nos ha dado muy buenas bases teóricas y es importante saber que el vestuario, además de estético, debe ser funcional y habitable. Es ver al hombre como un territorio y vestirlo", explica Alejandra.
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