El que fue el héroe en los 90 minutos, porque marcó el gol de la victoria que mantuvo el sueño vivo, fue el que acabó con la historia.
El paraguayo Guillermo Beltrán la cobró, le pegó al balón con potencia y éste fue y se estrelló contra el palo izquierdo del arco defendido por Sebastián Viera. Ahí terminó todo.
Las cuentas eran claras: Junior, con cuatro cobros efectivos, y el Once con dos, ya todo estaba definido.
El gesto lento y triste de Beltrán contrastó con la carrera emocionada de los junioristas, quienes fueron en busca de su portero, sin duda, la figura de la noche, por el cobro que le atajó a Pajoy y por las opciones que le evitó al Once.
En un abrir y cerrar de ojos el estadio se vació. Junior se quedó solo literalmente en su celebración; los aficionados regresaron a casa murmurando. Quedó el sabor agridulce, porque se llegó lejos con un equipo en proceso de formación, pero con el que se pudo lograr la quinta estrella.
El partido no fue fácil a pesar de haberse hecho la tarea de ganar el juego. Por el planteo del rival y por los errores que se cometieron, sobre todo en el primer tiempo cuando se abusó del juego por el centro.
Por momentos se arrinconó al rival y se le crearon opciones, pero los remates fueron desviados o Sebastián Viera emergió como el salvador para el visitante, el cual parecía tener controlada la primera parte.
Pajoy abrió la cuenta
Sin embargo, a los 47 minutos, apareció Jhon Freddy Pajoy y con un "globito" a Viera, marcó el 1-0 que mandó al descanso ganador al local ante el desconcierto de los barranquilleros.
En el complemento, una mala salida y un mala entrega de Hárrison Henao terminó en el empate parcial del Junior. La perdieron, la tomó Giovanni Hernández, habilitó a Carlos Bacca y llegó la emoción para el visitante.
Con el reloj en contra, el técnico local sacudió a su equipo. Mandó al campo al paraguayo Guillermo Beltrán y éste le dio resultado porque, tras tres remates errados, puso el 2-1 para volver a soñar en el Palogrande.
La presión sobre el rival se mantuvo, se crearon cualquier cantidad de opciones, pero Sebastián Viera volvió a responder hasta que el árbitro central pitó el final y decretó la definición desde el punto penalti.
De nuevo, se perdió en la definición, como el año pasado ante Millonarios. Mientras los rivales cobraron efectivamente, en los locales, Jorge Daniel Núñez y Ayron del Valle Respondieron, pero Pajoy y Beltrán fallaron.
Los aficionados, antes de abandonar las gradas, aplaudieron al Once Caldas porque entendieron que se hizo el esfuerzo y que se perdió por una instancia en la que hasta los más grandes se han equivocado.
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