A vuelo de mariposa la ciudad tiene un nuevo espacio para albergar y apreciar la belleza de la naturaleza.
La nueva casa de las mariposas abrió sus puertas ayer en el Jardín Botánico y es el primer mariposario con característica de miniecosistema.
El colorido de estos bellos insectos, las plantas que lo rodean y la infraestructura se conjugan de manera armónica para ofrecer desde ahora otro sitio para visitar y aprender.
Como un proyecto pedagógico y educativo fue concebido este nuevo espacio. Donde no solo están nueve especies de mariposas diurnas, sino que ellas conviven con las arañas, las lagartijas y los pájaros semilleros.
En pocos días también habrá peces de colores en la fuente de agua.
Cerca de 300 mariposas vuelan en un espacio semicircular donde cada especie tiene una planta predilecta, llamada hospedera, para poner sus huevos.
De acuerdo con el biólogo Roberto Torrente, director del proyecto, cada especie tiene un lugar especial para disponer sus huevecillos, que luego son trasladados y guardados para su reproducción.
"De 100 huevos que pone una mariposa solo cinco o siete cumplen el proceso completo. Este es otro de los objetivos del mariposario: hará reproducción en cautiverio", explica el biólogo y aclara que de esta manera se garantizará que un 50 por ciento los huevecillos salgan a volar.
El proyecto, que es financiado por la Fundación Praga, Pegaso y el Jardín Botánico, busca cambiar el tradicional concepto de enseñanza por una forma de interacción con la naturaleza, con el fin de que los niños descubran el maravilloso mundo de las mariposas, en un lugar que más que un mariposario será un vivario.
Para la dirección del Jardín Botánico esta es una oportunidad para promover el respeto por la naturaleza, generar conciencia sobre la biodiversidad colombiana y recrear un ambiente tropical.
Más adelante se espera tener cerca de 12 especies y 500 mariposas en vuelo, posadas en los pedazos de frutas ubicados en distintos sitios o lamiendo el néctar de las plantas.
Ese exclusivo sitio de la ciudad ya está abierto para que todos puedan escuchar el canto de las aves, el rumor del agua y ver el vuelo lento y pausado de las mariposas. Un sitio más para la paz y la contemplación.
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