Mientras en nuestro país hermano de Venezuela se habla de levantar un muro y del cierre de fronteras con Colombia, en nuestra ciudad se les cierra la frontera a los taxistas que tienen matriculados sus vehículos en los diferentes municipios como Bello, La Estrella, Caldas, Prado, Itagüí, Envigado, La Ceja, Rionegro, etc.
Esto quiere decir que estos taxis no pueden prestar su servicio en Medellín. Será que esta es la medida que ayudará a los taxistas de la ciudad, porque mañana puede ser aplicada a los vehículos particulares, o qué tal que en un futuro nos digan que las personas que viven en otros municipios no pueden trabajar en la ciudad, porque les estamos quitando el trabajo a los de Medellín, ¡Como exagerada la cosa!
El problema no es el ingreso de los taxis de otros municipios, sino los vehículos particulares que por culpa del desempleo de esta ciudad están siendo utilizados como colectivos y no solo los particulares, sino los mismos taxis. Uno se los encuentra en el puente de La Aguacatala y a un lado de la iglesia de San José, en el centro de la ciudad, prestando el servicio de colectivos.
Ya es hora de que el gremio de taxistas y la Secretaría de Tránsito se reúnan y de verdad busquen soluciones que no afecten a tanta gente que busca el sustento de sus familias todos los días, dándole vueltas y vueltas a Medellín.
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