Un discurso emotivo, de muchos adjetivos y poco diplomático, así calificaron dos analistas políticos la intervención del embajador ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos.
Precisaron que fue fuerte en argumentos, mientras otros lo sintieron irónico.
Sin embargo, coinciden en que más que el tono y la presentación del discurso, está la importancia de la queja presentada ayer ante el organismo internacional.
Para el analista político Andrés Mejía Vergnaud, del Instituto de Ciencia Política, las razones de Colombia para presentar la queja son más que justificadas, al igual que el grado de alarma del gobierno sobre el tema. "De un lado la política de seguridad democrática está en riesgo debido al ingreso de un tercero, en este caso Venezuela, que le brinda la retaguardia estratégica a las Farc, donde los cabecillas no solo pueden refugiarse, sino controlar y realizar negocios internacionales y militares". Sin embargo, destaca que la presentación fue floja, poco contundente y permitió que el embajador venezolano, Roy Chaderton, le restara importancia al tema.
"Un discurso desordenado, lleno de repeticiones y lleno de impertinencias", afirma el investigador y recalca que lo más grave fueron las críticas que hizo Hoyos hacia la política interna de Venezuela. "El lenguaje y el modo de expresión fue muy coloquial y eso no ayuda en un escenario internacional".
No obstante, la visión de Mejía, otros analistas sostuvieron que Chaderton llegó al foro con un discurso armado de antemano, pues sabía que efectivamente la guerrilla campea en su país y poco tenía para demostrar lo contrario. La contundencia de las pruebas colombianas fue tal que ni siquiera consideró la posibilidad de que la prensa o la misma OEA ingresaran a su territorio para desmontarlas.
El analista Juan Manuel Charry, destacó que el Gobierno quiso dejar un precedente bien marcado sobre lo que está pasando con Venezuela, "Colombia tiene que empezar a considerar escenarios más drásticos con respecto al vecino país", advierte el especialista y aclara que "siempre creemos que Chávez es un loquito, pero nos ha cerrado las fronteras, nos tumbó puentes, cerró el mercado. Nos ha hecho daño y en la OEA nos dio otro golpe".
En efecto, según Charry, la respuesta de Chaderton y la ruptura de relaciones diplomáticas lo único que hicieron fue ponerle distancia al tema de fondo, que es el de las Farc en territorio venezolano y cubrirlo con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
"Pero creo que el embajador no lo hizo bien. No fue contundente y su discurso no fue formal, técnico y diplomático, tal como se requiere en estos casos", destacó Charry.
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