De cuenta de ese fanatismo religioso y crueldad necesarias para estar en Boko Haram, Abubakar Shekau escaló en las filas de la organización criminal y fundamentalista, hasta el punto que obtuvo el control total en 2009, tras la muerte de Ustaz Mohammed Yusuf.
Lo paradójico es que, mientras eso pasaba, las autoridades nigerianas creían que Shekau había sido muerto durante choques entre fuerzas de seguridad y el Boko Haram. Por esto nadie daba crédito en el país cuando, en julio de 2010, casi un año después, apareció en un video reclamando su liderazgo del grupo terrorista.
Shekau informó en el mismo que en el enfrentamiento de 2009 había recibido un disparo en el muslo, pero que sobrevivió.
Al mismo tiempo, se refería en el mismo mensaje a la muerte de su predecesor: "Sabemos todos que nuestro líder fue asesinado y recordamos cómo cientos de musulmanes también".
Su rencor (hacia los cristianos y los musulmanes que no comparten su visión radical), no da tregua. Innumerables atentados se han dado en localidades del sur y del norte del país, tal como lo iba planeando.
"Todo el mundo sabe lo que los cristianos nos han hecho a nosotros y a los musulmanes. Nosotros estamos siendo atacados y decidimos defendernos. Estamos en el camino correcto y Alá nos hace fuertes", dijo en un video difundido en 2012, tras uno de los ataques de Boko Haram en el sur nigeriano.
Desde entonces, E.U. ofrece una recompensa de 7 millones de dólares a quien pueda entregar información sobre su ubicación. El peligro es que todo combatiente del grupo está dispuesto a relevarlo.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6