Con el convencimiento de que, "hoy son ellos, mañana nos puede tocar a nosotros", Eduardo Evans se acercó ayer a la sede de la Cruz Roja, en Guayabal, a hacer su contribución a la campaña para ayudar a los damnificados por el invierno.
Este padre de familia llegó en su automóvil acompañado de su esposa y su hija de dos años a llevar la donación, en un acto de solidaridad con las personas que este año lo han perdido todo por el invierno que ha azotado al departamento y al país, unas 735.000 personas.
La Cruz Roja, a través de Giovanni Tamayo, coordinador logístico, reportó que entre el sábado y ayer se habían recogido 60 toneladas de ayudas, entre alimentos, frazadas, colchonetas y ropa.
"La mayoría han sido mercados básicos, que los venden en los almacenes de cadena", precisó el funcionario.
Según su balance, la Cruz Roja estaba satisfecha, pues las donaciones iban acorde con las expectativas de esta campaña, a la que se sumaron los principales medios de comunicación del país, entre ellos EL COLOMBIANO.
El otro frente de recolección está en el hangar del Programa Aéreo de Salud en el aeropuerto Olaya Herrera, donde el Dapard recibía y despachaba toneladas hacia las poblaciones afectadas con tragedias invernales, como crecientes y derrumbes.
Pablo Puerta, oficial de enlace del organismo de socorro, precisó que se habían recibido 112 toneladas, se habían despachado 63 a 11 poblaciones y se tenían en bodega 39 listas para empacar y luego enviar a Caucasia, Yondó y El Bagre.
"Ha sido muy positiva la respuesta", dijo.
La campaña sigue esta semana en las dos sedes y en la cuenta de Bancolombia No. 1001 5000 846, en la que se puede aportar dinero. Aún hay tiempo de contribuir.
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