Las lluvias que se han presentado desde mayo, además del dolor de la tragedia y de las grandes pérdidas ocasionadas, han puesto en tela de juicio la eficacia de las labores de prevención y la calidad de algunas obras de ingeniería.
A pesar de conocer los riesgos que representa el invierno, especialmente en zonas vulnerables de sufrir deslizamientos y desbordamiento de quebradas, los hechos se repiten una y otra vez sin que existan planes serios para eliminar tales riesgos o reducirlos. Y acorde con las quejas de algunos ciudadanos, se deduce que en las entidades municipales no existen los canales apropiados ni la agilidad necesaria para responder a las advertencias de la comunidad, que es la primera en notar la situación y en padecer las consecuencias.
Si bien es cierto que los asentamientos irregulares e invasiones se producen en forma rápida en zonas de alto riesgo y son de difícil control por parte de las autoridades, no por ello se justifican los limitados avances en la prevención. Es probable que al pasar unos cuantos días los hechos queden en el olvido y se conviertan tan solo en una página más de la historia de la ciudad.
Es imperativo que los alcaldes y las autoridades asuman con responsabilidad tanto la reestructuración organizacional y operativa de sus dependencias de prevención y atención de desastres para brindar respuestas ágiles y eficaces a la comunidad, como la elaboración y ejecución de un plan maestro para reducir la vulnerabilidad.
También las lluvias recientes han dejado en evidencia la incapacidad de las obras hidráulicas de numerosas quebradas y convierten a las vías en peligrosos canales que afectan numerosas viviendas y causan un perjuicio general por las dificultades adicionales en la movilidad.
La situación de las vías, principalmente en Las Palmas y la conexión vial de occidente, ha sido vergonzosa y perjudicial para muchos ciudadanos -sobre lo cual Luis Pérez escribió una interesante columna el domingo pasado en El Mundo- y fue un gran lunar en medio de la Asamblea de la OEA.
Las obras lineales de ingeniería, como las vías, son más complejas en nuestro medio debido a las cambiantes condiciones topográficas, geológicas, climatológicas, ambientales, ecológicas y de asentamientos humanos, por lo que es de esperar que puedan presentarse algunos problemas menores en períodos de invierno.
El papel de la ingeniería es dar respuestas adecuadas a los retos que plantea la naturaleza, el medio y la acción humana, para brindar obras y servicios con seguridad, eficacia y economía, sin sacrificio de la estética y con los menores impactos ambientales. Colombia tiene ingenieros con los conocimientos y experiencia para abordar con calidad y responsabilidad esta tarea; ejemplo de ello son complejas obras de ingeniería, como los diversos proyectos hidroeléctricos construidos en agrestes zonas de nuestro Departamento desde la primera mitad del siglo pasado, que fueron diseñados y supervisados por ingenieros colombianos.
El problema central radica en las deficiencias de la contratación estatal en todos sus niveles -Nación, departamentos, municipios y entidades descentralizadas- desde la Ley 80/93, especialmente en el caso de la consultoría. Los estudios fueron feriados al más bajo precio, con topes artificialmente bajos, impuestos por el poder dominante de las entidades contratantes, lo que llevó a la pauperización de las firmas e incluso a la desaparición de algunas, pero las entidades estatales han sido sordas y arrogantes ante la consultoría nacional, sumada a la indiferencia social general.
Se hacen "ahorros" con los estudios, cuando ellos representan cerca del 5 por ciento del valor de la obra. ¡Cómo es posible que aún se contrate el diseño de vías y de obras por kilómetro o unidad, como si fuera la producción de un bien industrial! ¡Hay que retornarle la dignidad, el mérito y el valor al trabajo intelectual de la ingeniería o, de lo contrario, sigamos esperando pasivamente a que ruede el agua descontrolada, caiga la tierra sobre la gente, los carros y las vías, y permanezcamos aislados por el derrumbe... y del conocimiento!
*Rector EIA
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