El frente 34 de las Farc secuestró el 15 de octubre de 1997 a la sicóloga Ruth Beatriz Castañeda Castañeda. Una mañana la bajaron de su automóvil en la autopista Norte, a la altura de Girardota y se la llevaron no se sabe a dónde.
La última vez que su madre, Dolly Castañeda, supo de Ruth fue el 30 de diciembre de 1999, cuando un guerrillero se comunicó con ella y le exigió 600 millones de pesos si quería volver a ver a su hija.
Desde entonces Dolly ha participado en decenas de marchas, aquí y allá, para pedirles a las Farc que la liberen, que se la entreguen viva, libre y en paz.
Así hizo ayer esta mujer, en la marcha contra la violencia y en contra el secuestro que recorrió las calles de Medellín. Con una pancarta con la fotografía de Ruth, Dolly fue una de las 5.000 personas que caminó, gritó y mostró su indignación por la barbarie de las Farc y la indolencia del país que olvidó a sus secuestrados.
"No sé nada de mi hija porque no es un policía ni un soldado ni es de la clase política. Es una civil que solo le importa a su mamá, que es la que pide la libertad de ella y de los otros secuestrados que están ignorados", dijo Dolly al paso de la movilización.
Unos protestaron contra la violencia de todos los grupos armados, pero otros simple y llanamente salieron a la calle para repudiar a las Farc.
Así sucedió en 52 ciudades más de Colombia donde familiares de uniformados secuestrados, de desaparecidos, de víctimas de las ejecuciones extrajudiciales y ciudadanos del común le dijeron no más a la violencia.
En Medellín, la jornada, que arrancó a las 10:00 de la mañana del teatro Pablo Tobón Uribe y terminó en La Alpujarra a las 12:00 del mediodía con una concentración.
A esa hora el presidente de la República, Juan Manuel Santos, expresó que "vamos a lograr la paz a las buenas a las malas, pero la vamos a lograr" (ver análisis en página 12A).
No fue la marcha de los jóvenes ni de los niños, sino la de un grupo de hombres y mujeres, entre los 40 y 60 años de edad vestidos de blanco y con banderillas contra la guerrilla. Ese grupo que convocó la Fundación para la Libertad, Educación y Democracia y la Asociación de Víctimas por la Guerrilla y que también rechazó a Piedad Córdoba. En contra de la exsenadora, se cantaron consignas durante todo el recorrido en el centro de la ciudad.
Aunque quienes se manifestaron en contra de todas las formas de violencia también caminaron la ciudad para que no se olvide a los desaparecidos forzadamente y a quienes perecieron en las ejecuciones extrajudiciales.
Por eso una vez más Dolly le dijo al país que también su hija tiene un nombre y se encuentra secuestrada por las Farc.
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