La desaceleración de la economía colombiana ya tocó fondo. El director de Fedesarrollo, Roberto Steiner, señala que las encuestas que mes a mes realiza el organismo muestran una tendencia de cambio por parte de los consumidores, que mueven las dos terceras partes del Producto Interno Bruto (PIB).
A juicio del investigador, que ayer participó en el seminario Efectos sectoriales de la crisis y efectos de las medidas del Gobierno, convocado por el Banco Colpatria, la confianza de los consumidores colombianos se está recuperando, en consonancia con mediciones internacionales de Estados Unidos, por ejemplo.
De acuerdo con la medición, en el sexto mes del año el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) colombiano alcanzó los 2,1 puntos, frente a los 0,8 puntos registrados en mayo.
Explica Fedesarrollo que la mejora en el ICC se debe a aumentos tanto en el Índice de Condiciones Económicas (ICE) como en el Índice de Expectativas al Consumidor (IEC). Aunque el ICE se mantiene en terreno negativo, registró una leve mejoría al pasar de -10,5 en mayo a -9,9 en junio. Más importante aún, el IEC, que mira hacia adelante, se ubicó en un nivel de 10,1 puntos, 8,3 puntos por encima del registro del mes anterior.
Por eso el decrecimiento del 0,6 por ciento del PIB en el primer trimestre del año era esperado por todos los investigadores, así ese dato no haya sido tan malo como inicialmente se lo había planteado la mayoría de los economistas.
Con este panorama, dice Steiner, Fedesarrollo tiene una meta de crecimiento para este año del 0,4 por ciento, que es "una visión razonablemente optimista" y se aleja de cero por ciento que plantean muchos sectores y analistas.
"Si bien es cierto que la industria sigue como una de las más golpeadas (con una caída proyectada del -3 por ciento), hay otros sectores importantes como el minero y el consumo privado que pesan igual o mayor y que traen unos datos favorables".
El gran interrogante, asegura el investigador, es qué tan rápida será la recuperación, dado que hay sectores que siguen débiles y que también hay una fuerte dependencia de otros mercados, bastante afectados.
"Lo cierto del caso es que no vemos una recuperación tan rápida, no vemos un retorno al crecimiento del seis o siete por ciento de hace dos años", señala.
Así, en 2010 Fedesarrollo plantea una recuperación cercana al 1,7 por ciento, para 2011 se subiría al 3,1 por ciento y en 2012 habría un leve descenso al 3,0 por ciento de crecimiento de la economía nacional.
Respecto a la reciente apreciación del peso, afirma que se trata de una corrección de una anomalía que se dio por una economía (como la de Estados Unidos), fuertemente golpeada.
"Es una situación inevitable, que se sale del resorte de las autoridades locales. Esta evolución sugiere que no es tan obvio que al Banco de la República se le acabó el espacio para seguir bajando las tasas de interés", insiste.
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