Pocos lo llamaron por su nombre de pila: Luis Eduardo Bermúdez. Desde que fue músico y compositor, o sea, casi casi desde siempre, se le conoció como Lucho Bermúdez.
Mucho se ha dicho. Que como su orquesta no ha sonado otra, que las cumbias y el folclor de la costa Caribe no han sido lo mismo después de él. Hay pruebas, composiciones que suenan de cuando en cuando cada año: Sabrosita, Patacumbia, Doble Cero, Tolú, Fiesta de Negritos y, claro, Colombia tierra querida.
Hoy cien años después de su nacimiento, su nombre todavía suena, sus armonías se recuerdan. Para Juancho Valencia, director de Puerto Candelaria, es el músico más importante del siglo XX en Colombia, "por su gran repertorio, su productividad, su creatividad, es que fue prolífico. Fue el músico colombiano que le dio a nuestra música colombiana un toque internacional".
Juancho Vargas, quien fue su pianista en 1955 y por varios años, considera, que además del gran músico que fue, "que también compuso bambucos, pasillos y boleros, un hombre muy versátil", su gran aprecio por las personas que lo rodeaban y la confianza que le daba a sus músicos, lo hacían, "para nosotros como un papá".
Lucho, opina Valencia, fue el primer colombiano que fusionó el folclor local con las músicas afronorteamericanas, como el jazz. Hoy, coincidiendo con su natalicio, será anunciado 2012 como el año de Lucho Bermúdez.
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