La seguridad que refleja Luciano Ospina Londoño es tan grande como su cuerpo. Y esos 1,90 metros de estatura y 78 kilos de peso del zaguero antioqueño estarán mañana al servicio del seleccionado colombiano para el partido frente a México en El Campín.
El jugador del Huracán de Argentina, formado en las divisiones menores del Envigado y exhabitante de Sabaneta, es todo felicidad.
Se nota en su rostro, pues desde que supo de su titularidad en cuartos de final adquirió una sonrisa que no lo desampara. En el mismo estadio y cuando terminó el encuentro contra Costa Rica, en tono de chanza le dijo a su compañero Jeison Murillo, a quien remplazará por acumulación de dos tarjetas amarillas, que le había dado "papayita y saldré a aprovecharla".
Será su debut y no quiere que sea la despedida del Mundial sub20, en el que el conjunto local acumula cuatro triunfos en línea y buscará avanzar para seguir acariciando la posibilidad de disputar la final.
"Es una linda oportunidad y debo tener la mente arriba", dijo el espigado defensor que suma 13 convocatorias al seleccionado criollo.
Haber enfrentado a los manitos en Toulon le brinda suficiente información para tomar precauciones y aportar conceptos futbolísticos que contribuyan a derrotarlo.
Luciano define a México como un elenco organizado y sólido, al que le gusta rotar la pelota. La movilidad de los delanteros es otro aspecto que, según Ospina, tiene a su favor.
"De ahí la necesidad de esperarlo con firmeza y tener paciencia", admite este jugador que suma un gol con el equipo juvenil.
Cree que si bien en suelo francés lo derrotaron por 2-1 en las semifinales, con las mismas nóminas base, el duelo será completamente diferente.
Ahora es en casa, en la Copa Mundo y ante un público que empujará desde el arranque para que su seleccionado repita el triunfo, ojalá en forma contundente, sin desconocer las grandes virtudes del adversario.
Para lograrlo y de acuerdo con lo que pudo ver desde el bando de suplentes en las primeras cuatro presentaciones, este defensor paisa asegura que debe mejorar el orden, "puesto que a veces quedamos mal parados y de eso nos tenemos que cuidar".
Manejar la pelota e imponer los ritmos del partido, virtudes que reconoce en el conjunto que orienta el técnico Eduardo Lara, serán necesarias en esta difícil tarea. Su aporte serán la técnica, la seguridad y el liderazgo en el terreno de juego.
Luciano asegura que a pesar de que no ha jugado hasta ahora, los entrenamientos le han permitido mantener la buena forma física y futbolística. También se muestra tranquilo por el compañero que tendrá al lado: Pedro Franco, "porque ambos sabemos coordinar los movimientos de la defensa y estaremos atentos para no dejarnos sorprender".
La opción que estaba esperando con ansiedad está servida y dice que saldrá a dejar el alma en la cancha, con la misma entrega y ganas de siempre, así en ocasiones no sea titular.
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