Se considera un militante del tango, de ese con el que creció, vivió y compartió.
Se siente lejano a Piazzolla aunque reconoce su aporte al género e interpreta sus composiciones. Para Mederos, cuando se habla de tango hay que remitirse a Eduardo Arolas, Osvaldo Pugliese, Horacio Salgán, Troilo...
Esa es justamente una de las razones por las que el maestro argentino, un referente del tango en el mundo, sube al escenario, para que los tangos antiguos no caigan en el olvido, porque para este músico de presencia imponente y que a sus 68 años sigue conservando un inquietante atractivo, no se puede construir algo nuevo sin mirar lo que ya se ha hecho.
El maestro habló con EL COLOMBIANO sobre el concierto que dará hoy al lado de la Sinfónica de Eafit.
Vuelve a Medellín después de cinco años, de nuevo con la Sinfónica de Eafit...
"Volver a Medellín y encontrarme con todos estos amigos es un placer. Subir a tocar música ya es un privilegio, tocar la música de mi país es un privilegio doble y encima tocarlo con amigos es un privilegio supremo."
¿Qué puede anticiparnos del concierto?
"Es un concentrado de Mederos. Está el Concierto para bandoneón y orquesta de Piazzolla y luego una serie de obras variadas, desde un grupo de tangos muy antiguos de la guardia vieja compuestos a principios de siglo pasado que orquesté de maner simple, para mostrarle a la gente cómo eran esos viejos tangos que han pasado al olvido y hay que recuperar. No faltará Gardel, algunas músicas propias, un par de miniaturas de Piazzolla, un solo de los años 40. Será un pantallazo general de la historia del tango".
Ha dicho que la vanguardia es mirar hacia adelante teniendo un pie atrás, ¿cómo se refleja esto en su música?
"Lo antiguo en definitiva termina siendo nuevo y hay que alimentarse de esa sustancia. Todo pueblo que no tiene un pasado no tiene futuro. Mis acciones con respecto a la música son como una militancia. Estoy preocupado por la recuperación de una cultura que está en vías de desaparición. Todo el mercadeo contribuye a que las creaciones actuales se transformen en músicas sin historia, sin patria. Esto es terrible y es una lucha que como dice el tango, es cruel y mucha. Esta es mi tarea y encontrarme con gente amiga que está dispuesta a trabajar en este sentido es muy feliz".
¿Cómo ve el tango electrónico?
"Lo único electrónico que entiendo es la plancha y uno que otro artefacto, una lámpara por ejemplo. No lo tengo en mi agenda de música".
¿Siente que realmente los jóvenes se están acercando al tango?
"El tango se ha puesto de moda y vos sabés lo que pasa con una moda, después se pone en liquidación. Es cierto que en los últimos años tengo más estudiantes de bandoneón. Las épocas que se viven no son propicias, porque el tango tal cual yo lo entiendo, en su más genuina expresión, concluyó en los 60. Luego con la dictadura militar, desapareció, se recluyó y los jóvenes de generaciones posteriores se alimentaron de otras cosas. Ellos no tienen el cordón umbilical que nos alimentaba a nosotros. Yo tocaba con aquellos músicos, conviví con ellos, aprendí de ellos. Los jóvenes de hoy tienen que alimentarse in vitro, escuchando discos, no tienen otra alternativa.
Además ahora hay un culto a la velocidad. Los jóvenes tienen que subirse rápido a un escenario y pasan por alto todo el proceso de profundizar y estudiar, entonces producen estos engendros un poco oportunistas, un poco ingenuos, un poco despojados de indentidad. Esto es lo que me incita a luchar por la cultura que me representa.
¿Cómo es el Mederos docente?
"Uno no enseña, lo que hace es acompañar al otro y estimularlo en esa soledad que tiene a veces y hacerse cómplice en ese proceso, generar deseos, pasión. No se pueden hacer las cosas en la vida sin pasión. Lo que intento es que a través de ejemplos personales algún estudiante pueda sacar alguna conclusión.
Ha tocado con orquestas, quintetos, cuartetos. ¿Cuál es la formación que más le gusta?
"Con la que toco en cada momento. Sería cómo preguntarle a una madre que tiene varios hijos a cuál quiere más o cuál es más lindo. Cada uno tiene su encanto sus complicaciones, sus secretos, por suerte lo que más me gusta es lo que hago en cada momento.
¿Qué representa para usted Astor Piazzolla?
"Es la irreverencia del tango. Nos dejo la energía de avanzar sin destruir lo que estaba de buscar nuevas oportunidades para esta música porque lo que se queda quieto se muere".
¿Y Pugliese?
"Es la esencia del tango. Gracias a la vida ue me dio el privilegio de conocerlo, de frecuentarlo, de ser su amigo y de tocar en su orquesta.
¿Por qué hay qué venir a verlo hoy?
Porque creo que la música nos hace mejores. Yo pongo toda mi energía para que así ocurra. No tengo actitudes frívolas en el escenario. Subo a tocar casi desnudo en el sentido de que soy lo que soy. Entonces es un oportunidad de encontrarse con algo verdadero, genuino, algo que con que la devastación del imperio mercantil no ha podido, conmigo no han podido.
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