Aunque los atentados de las guerrillas contra oleoductos disminuyeron este año en un 41 por ciento con respecto a 2013, la amenaza es compleja porque los daños a la infraestructura petrolera son mayores y contribuyeron a la caída de la producción de crudo.
Así lo revela el informe de la firma de asesoría en gestión de riesgos Ágora, que da cuenta que entre enero y octubre de 2014 se registraron 116 atentados solo contra el aparato productivo de la empresa estatal Ecopetrol, mientras que en el mismo periodo de 2013 fueron 196.
Pero la cifra no resulta positiva por si sola si se tiene en cuenta que los daños resultaron más graves y difíciles de reparar. Prueba de ello es que Caño Limón-Coveñas y Trasandino, los dos principales oleoductos del país, dejaron de operar entre abril y mayo de este año por graves atentados y la protesta de una comunidad indígena.
Según el informe de la empresa consultora, "a pesar de la reducción del número de ataques el impacto ha sido mayor, ya que se dejaron de producir 6.054.750 barriles de petróleo por valor 600 millones de dólares o 1,2 billones de pesos, de los cuales el 66,5 por ciento es propiedad de Ecopetrol".
A las voladuras se suman los derrames provocados, la destrucción de maquinaria, el hurto y quema de vehículos cisterna y los secuestros de trabajadores por parte de las Farc y el Eln para que se mantenga la preocupación de una industria que requiere frenar la caída de la producción y aumentar la exploración. En promedio, este año se han producido 985 mil barriles diarios, una cifra por debajo de la meta a superar del millón cada día.
El 91 por ciento de ataques se dieron en Putumayo, Norte de Santander y Arauca, las zonas más petroleras, pero con fuerte presencia de Farc y Eln.
El Gobierno respondió con batallones militares y vigilancia con drones para proteger la infraestructura, de ahí parte de la disminución.
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda Mera, insiste que los atentados son una de las causas que impiden aumentar las reservas. "El nivel de reservas no garantiza la autosuficiencia energética del país, que se podría perder en solo seis años. Significaría volver a importar petróleo y mayores impuestos o endeudamiento", ha explicado Lloreda.
La ACP indica que lograr el nivel de producción deseado requiere explorar 230 pozos al año, pero por el conflicto hoy solo se exploran 75.
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