No hace falta mucho tiempo para notar la devoción que el británico Simon Bee profesa por el urbanismo y la arquitectura.
El director ejecutivo de Benoy, una de las firmas de diseño más reconocidas en el mundo, con sede en Reino Unido, llegó a su cita con EL COLOMBIANO con un rollo de papel de dibujo en sus manos, listo para los bocetos que lleguen de forma intempestiva a su cabeza.
En su portafolio están las razones que explican su llegada a Medellín para participar como conferencista en la feria Expocamacol. Una de ellas es la construcción del parque temático de Ferrari, el espacio de este tipo más grande del mundo, con 200.000 metros cuadrados poblados de atracciones para los amantes de la marca.
La lista también la componen megaproyectos construidos en plazas de Singapur, Vietnam, Hong Kong e Indonesia, entre otras.
Con menos de 24 horas en Medellín y de visita por primera vez a Suramérica, Bee habló de urbanismo y transformación desde una arquitectura que supera la viabilidad financiera y se conjuga con un desarrollo sostenible, incluyente y, sobre todo, creativo.
¿Cuando usted crea proyectos como el parque temático de Ferrari, en Abu Dhabi, imagina que se convertirá en un referente de ciudad, o eso viene después?
“Yo no pensaba que el parque iba a ser el referente de la ciudad. Estaba pensando algo que potencializara la ciudad para unos futuros juegos olímpicos o un mundial de fútbol, pero lo que generó fue una transformación total a sus alrededores. Desde los almacenes hasta los parqueaderos se convirtieron en iconos.”
¿Qué tan profunda es la brecha entre el desarrollo urbano entre los países ricos y los pobres? ¿Cómo acortar esa brecha?
“Eso está muy relacionado con la manera en que se maneja la tecnología. La idea de que todo el mundo esté incluido en el asunto de la conectividad en muchos países es aspiracional y así debe de ser. Llegar ahí toma mucho tiempo, pero todo depende de la voluntad de los pueblos.”
Medellín quiere ser una economía de conocimiento, basada en tecnologías de punta. ¿Qué desarrollos requiere desde el urbanismo para lograrlo?
“Manchester es un ejemplo de cómo se puede lograr esta transformación. La ciudad se pensó como un gran centro para los medios de comunicación y lo primero que se hizo fue atraer a la BBC, para que saliera de Londres y sirviera de ancla para otras industrias de la información. Eso permitió que cambiaran muchos factores como la tecnología y hoy hay todo un ecosistema alrededor de este sector”.
Ahora bien, ¿cuáles son los retos para una ciudad como Medellín que quiere convertirse en un modelo de urbanismo y desarrollo social?
“Los desafíos para cualquier ciudad del mundo están fundamentados en cuánta área tienen disponible para ejecutar esos proyectos. La idea es encontrar qué espacios se tienen en la ciudad, públicos y privados, para hacer ese tipo de conexiones que permiten a la gente disfrutar de un lugar. El reto es que los urbanistas logren conectar lo público y lo privado para que la gente lo disfrute.”
¿Cómo hacer una arquitectura que no sólo transforme espacios, sino también comunidades?
“Pensando en la inclusión, en los espacios que se quieren ocupar. Pensar en que cada lugar se debe convertir en un destino, en un punto de referencia. Algunas veces no es así para todo el mundo, pero para un sector en particular debes tener elementos que unan, que inviten al disfrute, que la gente los recorra”.
¿Cuál cree que es el concepto más importante para tener en mente a la hora de pensar en transformar una ciudad?
“Debe haber un equilibrio en lo que tiene la ciudad, sus paisajes, los medios de transporte que lo rodean, los ríos. Se trata de ver lo que la ciudad necesita, y ver que todos los elementos circundantes se conecten.”
¿Cómo describe la conexión entre desarrollo arquitectónico y cambio social?
“Tiene que ver con la inclusión. Si un Gobierno tiene clara su inversión en reconectar lugares, la gente disfrutará de ellos, advertirá su importancia, los valorará y convertirá en un punto de encuentro.”
¿Cree en la planeación urbana como contribución para la paz en una ciudad?
“Es un concepto interesante. Encontramos casos de ciudades como Belfast (Irlanda), hoy es un lugar mucho mas feliz con ayuda del diseño urbanístico. Otra de esas ciudades está en Siria. Desafortunadamente, no pudimos continuar con el proyecto debido a la crisis.”
¿Cuáles son las lecciones que Latinoamérica puede dar en materia de urbanismo social y arquitectura sostenible? ¿Hay potencial?
“No sé mucho de la ciudad, así que no puedo responder aún esta pregunta. Lo cierto es que vine a aprender y a compartir mis ideas. Encuentro a Medellín emocionante, vibrante, y hermosa por las montañas y valles”.
¿Qué quiere transmitirle a las comunidades en las que usted construye?
“Quiero compartir mi conocimiento, ayudar a encontrar soluciones a problemas reales y así crear proyectos viables para la comunidad. Encontrar conectividad entre sus calles sin olvidar de dónde vienen, sin olvidar su historia, y así involucrar a toda la comunidad, volver las ciudades más flexibles y hacerlas sostenibles.
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