La moto es la solución de transporte para muchas personas. Pero incluso con los precios relativamente bajos de algunas motos nuevas, aún no todos pueden adquirirlas. En ese momento la motocicleta usada es una opción interesante. Pero para acceder a ella también es importante seguir una serie de recomendaciones para que la compra no resulte un fiasco.
La primera que hace Carlos Antonio Restrepo del concesionario Marca Honda es que la adquisición de la moto se haga en un sitio reconocido. En lo posible en los concesionarios que tengan como parte de su portafolio la oferta de motos de segunda mano.
Que en el concesionario la motocicleta puede salir con un precio un poco mayor que el del mercado informal, sí, puede ser, pero ese relativo mayor precio se compensa por otros factores.
Sobre este particular, Rodrigo Echavarría, gerente de Dismerca, señala que el mercado de usadas entre los distribuidores oficiales de las marcas es todavía incipiente, al punto que solo unos cuatro tienen esta línea de negocios en sus concesionarios. También, agrega, existen unos muy pocos compraventeros independientes reconocidos. "De resto toca acudir a los clasificados de la prensa".
Ante todo tranquilidad
La compra de moto en un concesionario reconocido genera mayor confianza sobre el tipo de vehículo que se está adquiriendo. Como lo señalan desde la firma Honda "en el concesionario el comprador tiene la certeza de saber de dónde proviene el vehículo. Tenemos su historial, nos aseguramos que no tenga pendientes. Además, desde el momento que se recibe, se matricula a nombre del concesionario para que el comprador sepa de quién es la moto que va a tener".
De todas formas, si la opción que tiene es comprar la moto directamente a su propietario, verifique muy bien el historial del vehículo. No deseche pedir el AZ en el F-2, un trámite que bien puede ser a veces un poco engorroso, pero es necesario para saber que el vehículo está libre de cualquier problema legal.
Tampoco olvide verificar que esté al día en el pago de impuestos. "Muchas veces los dueños olvidan que según el cilindraje las motos deben pagar el impuesto de rodamiento (más de 125 centímetros cúbicos) y que también deben pagar semaforización y pasan los años sin cancelar estos rubros.
Sobre este punto Rodrigo Echavarría argumenta que se han presentado casos de personas que, de manera confiada, adquieren su motocicleta a través, por ejemplo, de un clasificado, y se ven metidos en problemas porque la moto está reportada como robada o está involucrada en algún tipo de proceso judicial. Así se pierde la moto, la plata y la tranquilidad.
Peritaje
Una moto usada comprada en el concesionario, o un comercializador independiente, pero de trayectoria y reconocimiento en el sector, también cuenta con el apoyo de un peritaje técnico y mecánico, y si es necesario el cambio de piezas que le da al cliente seguridad sobre el funcionamiento y la vida útil que puede tener su máquina.
En el caso de Marca, por ejemplo, sobre una moto usada se da una garantía de dos meses o de 3 mil kilómetros, lo primero que ocurra. En Dismerca, comenta su gerente, la garantía puede extenderse hasta los seis meses. "Una garantía que en el mercado informal no existe".
Ese peritaje contempla la revisión de partes y funcionamiento en sistemas como el eléctrico, suspensión, caja, motor, la pintura y calcomanías.
Cuando el comprador recibe su moto, también se le entrega un informe de las reparaciones o piezas cambiadas que tiene, siempre por partes originales, cuando se trata de motocicletas adquiridas en un concesionario.
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