¡Fuego! Lo que tanta alarma causa en humanos, no parece afanar a los chimpancés de la sabana Fongoli en Senegal, que emprenden una danza particular.
Jill Pruetz, antropóloga de la Universidad de Iowa y reconocida investigadora de chimpancés, reportó que tienen un entendimiento casi humano de los incendios, cambiando su comportamiento en anticipación al movimiento de las llamas.
El estudio, adelantado junto a Thomas LaDuke, de East Stroudsburg University, fue presentado en enero en el American Journal of Physical Anthropology.
El control del fuego exige de los humanos tres etapas: conceptualización, que es el entendimiento de las distintas condiciones del fuego; la habilidad para controlarlo; y la habilidad de iniciarlo.
Los chimpancés han aprendido la primera condición, prerrequisito de las otras dos, aunque parece lejano el día en que sean capaces de prenderle candela a algo.
"Podrían aprender. Les es difícil dadas sus habilidades, menores que las nuestras", explicó la investigadora, que cree que sin embargo serían capaces de controlarlo.
Son tan conscientes del fuego y su poder, que han desarrollado una danza del fuego, adicional al baile de la lluvia que reportó hace años la experta primatóloga Jane Goodall.
"Escuché una vocalización en esa danza que nunca había oído", agregó. El estudio proveería luces sobre cómo los ancestros humanos desarrollaron la habilidad de controlar los incendios.
Podría ser que la conceptualización del fuego sea una característica del clado humanos-chimpancés.
Los simios no parecían alarmados por la presencia del fuego.
La habilidad de controlar el fuego es un rasgo adquirido al menos hace más de un millón de años por los homínidos de entonces, según sugiere un estudio de J. Gowlett y J. Harris en Chesowanja, Kenia.
Daniel Hessler sugiere que quizás los humanos evolucionaron mecanismos psicológicos dedicados a controlar el fuego.
Las sabanas africanas, sometidas continuamente al fuego, son una prueba para los animales en su estado natural.
