El presidente estadounidense, Barack Obama, prometió al Papa Benedicto XVI este viernes que haría todo lo posible por reducir el número de abortos en Estados Unidos, anunció el Vaticano.
Obama y Benedicto XVI sostuvieron conversaciones privadas por alrededor de 40 minutos en el estudio del Papa en el palacio apostólico del Vaticano, y luego la Santa Sede señaló que la bioética y temas relacionados con el respeto a la vida fueron una parte central de la discusión.
En una sorpresiva acción, el Papa entregó a Obama un folleto explicando la oposición del Vaticano a prácticas como el aborto y la investigación de células madre, que el mandatario respalda.
"Obama habló con el Papa de su compromiso a reducir el número de abortos y de su atención y respeto hacia las posturas de la Iglesia Católica", dijo el portavoz del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, a periodistas tras ser informado por el Pontífice.
Obama apoya el derecho al aborto y dice que su política busca cambiar las condiciones económicas y sociales para poner a más mujeres en situaciones en las que no se vean obligadas a abortar.
El Papa dio a Obama, quien en marzo pasado levantó las restricciones para la investigación de células madre embrionarias, una copia de un reciente documento del Vaticano sobre bioética, en el que la Santa Sede explica su oposición a este tipo de prácticas.
"Dignitas Personae" (dignidad de una persona) condena la fertilización artificial y otras técnicas usadas por muchas parejas y también dice que la clonación humana, "bebés diseñados" e investigación de células madre embrionarias son inmorales.
El documento defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural y un comunicado del Vaticano emitido después de la reunión señaló que los temas discutidos incluyeron "la defensa y promoción de la vida y el derecho a seguir la propia conciencia".
El secretario privado del Papa indicó a periodistas tras la reunión: "Esta lectura puede ayudar al presidente a comprender mejor la posición de la Iglesia sobre estos temas".
"Nosotros sabemos que esto (el aborto) es un tema crucial para el Papa. No hay necesidad de esconderlo. (Darle el folleto) fue un intento de ser claro, no fue polémico", precisó Lombardi.