Medellín es caldo de cultivo para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc).
Un importante número de fumadores y la ubicación geográfica, que impide la circulación del viento y deja sobre la ciudad una inmensa capa de esmog, son dos de las causas de que esta enfermedad tenga una prevalencia del 13,8 por ciento. Es decir identifique 10 de sus conocidos y ubique al que fuma, pues ese seguramente ése tendrá Epoc.
Sobre la ciudad, dice la neumóloga Ana Catalina Vanegas, del Hospital Universitario San Vicente de Paúl, llueven cada día ocho toneladas de material particulado. Parte de esto va a alojarse en los pulmones de los medellinenses.
En el mundo, calcula la Organización Mundial de la Salud, hay 260 millones de personas diagnosticadas con esta enfermedad y pasó de ser la décimo segunda causa de muerte, a la quinta, en tan solo un lustro.
¿Es un tema de preocuparse? Sí, cree la especialista, porque es posible prevenirlo y evitar que se llegue a una incapacidad total por cuenta de esta enfermedad.
Un problema más
Con la Epoc se presenta una particular situación: su pronóstico. Al irse reduciendo la funcionalidad de los pulmones, los pacientes van siendo relegados a sus camas, sin posibilidad de movimiento debido a la poco oxigenación de la sangre y al esfuerzo que significa cualquier movimiento.
A esto se suma el desconocimiento de pacientes y médicos sobre la posibilidad de la rehabilitación pulmonar.
"Personas incapacitadas de por vida o en reposo permanente se han reincorporado a su vida familiar", asegura la neumóloga.
Es un proceso de 12 semanas, que se realiza en el hospital al principio, pero luego cada paciente lo puede continuar en su casa.
Con la rehabilitación, explica Vanegas, se enseña al paciente a convivir y conocer su enfermedad.
"Ese poquito de oxígeno del paciente hay que aprovecharlo al máximo", afirma.
Paso a paso
La tarea empieza por hacer ejercicio. "Está comprobado que al trabajar sobre el grupo muscular de las piernas, se cambian las fibras de éstas por unas que consumen menos oxígeno".
Primero hay que hacerlo con oxígeno, pero luego del entrenamiento es sin éste.
Claro, es algo paulatino, aclara la especialista.
También se enseñan técnicas de ahorro de energía. "Ubicar los artículos necesarios cerca, no alzar mucho los brazos, desplazamiento lento y continuo y otros trucos para hacerle el quite a la enfermedad, pero que se tienen que adaptar de por vida".
Lo importante es prevenir la enfermedad con ejercicio , una vida sana y cero cigarrillo. Nunca está de más una espirometría de tamizaje.
En el caso del San Vicente este programa cuenta con terapeuta respiratoria y física, sicólogo, nutricionistas e incluso, sexólogos.
"Los pacientes no llegan a la rehabilitación porque tanto ellos como el médico desconocen la existencia de programas como el que tenemos", explica Vanegas.
Es una posibilidad que, además, está incluida en el Plan Obligatorio de Salud, desde hace un par de años.
"Cualquier paciente lo puede demandar de su EPS, no tiene que estar en una fase avanzada para hacer parte de éste", asegura la neumóloga.
Pico y Placa Medellín
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