No solo con las "supuestas" pandemias se embolata a la gente y algunos ganan fortunas pescando en "río revuelto", como con la venta de máscaras, medicamentos, inyecciones, etc. Siempre ha habido y seguirá habiendo engaños y desinformación.
En cuanto a lo de los combustibles de pésima calidad; después de la ridícula rebaja de 60 pesos por galón, la cual debió haber sido más cercana a los mil pesos, nos vienen ahora con otra "joyita" o pañito de agua tibia: la gasolina oxigenada o biodiésel, con su también ridícula rebaja de 118 pesos, que ni la están aplicando en la mayoría de las gasolineras, ni tiene suficiente biodiésel para que de verdad traiga un cambio significativo para combatir la polución de nuestra ciudad, ni es tampoco un ahorro sustancial, como para escribir un libro.
Además, están también los argumentos de quienes reclaman que al utilizar grandes extensiones de tierra para cultivos dedicados al biodiésel, se beneficia más a los terratenientes y se encarecen los alimentos para los pobres que no tienen carro, porque merma la oferta.
Se debe exigir más de Ecopetrol. Mejores soluciones en más corto tiempo. Siguen aumentando sus ganancias, pero éstas deben ser invertidas en mejores refinerías, que a la larga sería la mejor apuesta por motivos económicos, ecológicos y de salud pública para todos los colombianos.
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