La de ayer fue una mañana de aceleres en el barrio Laureles y en la entrada del municipio de Bello.
En el barrio de Medellín por la fuga de un químico (ácido nítrico) de una caneca que se rompió y que transportaba un carro de una empresa de limpieza de fachadas.
En el municipio del Norte del Valle de Aburrá, por la rotura de un tubo principal del acueducto, en plena autopista Norte, lo que originó inundaciones en seis establecimientos comerciales y una gran congestión.
Eran cerca de las 10:00 de la mañana cuando en la circular 5 con carrera 71, en Laureles, se presentó el percance con el químico.
Una de las canecas que transportaba el automotor de la empresa de lavado de fachadas presentó fisuras y, por ende, la fuga de ácido nítrico, lo que hizo necesaria la presencia de tres máquinas de bomberos y una de las ambulancias de la institución.
Pronto fue atendida la emergencia, que generó momentos de nerviosismo entre los vecinos. El olor penetrante también produjo molestias. Una persona sufrió problemas respiratorios en forma temporal, lo que requirió su atención.
Posteriormente, según precisó el director del Simpad, Camilo Zapata, fue necesario llevar el automotor hasta un sitio semi rural en la zona de Belén.
Allí, dijo, se realizó un procedimiento de trasvase del químico a otras canecas en buen estado. El carro contó con escolta de motos y guardas de tránsito, pero según el funcionario, la atención de la situación por parte de los bomberos y de los funcionarios especializados en estos casos llevó a que el percance fuera superado en minutos.
Notificó que se trató de una situación fortuita que, en un primer momento, no calificaba de imprudencia en la manipulación o transporte del químico.
Un arroyo a la entrada
Entre tanto, en Bello se presentó una gran congestión toda la mañana debido a la rotura de un tubo del acueducto. Óscar Echavarría, propietario de un taller de ebanistería, narró que, muy temprano, el agua salió a borbotones por la mitad de la vía.
Literalmente, se originó un arroyo que irrumpió a seis negocios, dejando daños en los materiales y enseres de algunos de ellos.
"Yo perdí materiales y mi negocio se inundó", dijo Echavarría, responsabilizando a Empresas Públicas de Medellín. En el sitio, el director del Clopad de Bello, Jhon Jairo Taborda, le hacía al frente al percance y señalaba que se había llamado desde muy temprano a EPM para reportar la situación. Siendo las 10:00 de la mañana, aún no hacían presencia operarios o personal de la entidad.
Luego EPM informó que suspendió el suministro de agua a 15 mil viviendas para reparar el daño y que esperaba culminar la labor anoche.
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