Adolfo Ariza Navarro, de 47 años, es otro de esos símbolos de la lucha por salir adelante entre las dificultades y la muestra palpable del talento puesto al servicio de la literatura colombiana.
Nacido en La Avianca, Magdalena, Ariza es, además, el relato triste pero valiente de los desplazados por la violencia que llegan a otras ciudades a reconstruir sus vidas. La lucha entre paramilitares y guerrilla lo sacó de su humilde pueblo y lo llevó, a la fuerza, a Barranquilla, donde lo primero que hizo fue comprarse un taxi y escribir entre otras cosas, Mañana, cuando encuentren mi cadáver , el texto que le valió ganarse el Premio Juan Rulfo de Novela 2009, convocado por Radio Francia Internacional.
El escritor samario es periodista de Inpahu y ha escrito poesía y cuento.
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