El Presupuesto General de la Nación para el próximo año, que tiene un valor de 203 billones de pesos, aumenta un 7,4 por ciento respecto al presupuesto correspondiente a 2013. Sin duda este incremento significa un gran esfuerzo para el Gobierno Nacional, pues no sólo se debe asegurar el financiamiento sano del Presupuesto sino garantizar que el gasto se haga de manera eficaz.
En esta ocasión, y gracias a la regla fiscal establecida, se asegura que el presupuesto, que aumenta de manera importante en términos reales, se mantenga dentro de los parámetros y las metas dispuestas por dicha regla.
En momentos en los que la economía mundial se muestra débil y el crecimiento del PIB interno no es el más dinámico, el manejo expansionista de la política fiscal, que sin duda constituye una palanca importante para impulsar el crecimiento de la economía, debe mantenerse sujeto a lo establecido por la regla fiscal.
Con ello se les da la confianza a los ciudadanos de que efectivamente las autoridades fiscales mantienen bajo control el manejo de la cosa pública.
Un hecho destacable dentro del presupuesto del próximo año es el monto de la inversión pública (46,7 billones de pesos), lo que representa un aumento de 2,9 billones respecto a 2013. No obstante este incremento, la proporción de la inversión respecto del PIB en 2014, que es del 6,1 por ciento, es igual a la que se tuvo este año.
El presupuesto de 2014 sigue evidenciando el gran peso que en los gastos fiscales tienen las pensiones. Las transferencias correspondientes a este rubro pasaron de 25,9 billones en 2013 a 31,8 billones en 2014. Esto representa un incremento para nada despreciable del 22,8 por ciento. Este aumento hace que la relación de dicho gasto respecto al PIB total pase de 3,6 por ciento en 2013 a 4,1 en 2014.
Colombia conoce de tiempo atrás las rigideces y los impactos negativos que las transferencias correspondientes a pensiones tienen en las cuentas fiscales del país. Igualmente, se ha visto cómo sucesivos gobiernos no han conseguido ponerle coto a este asunto y que los intentos, como ha ocurrido con esta Administración, por llevar a cabo reformas al sistema de pensiones terminan neutralizados por diferentes intereses políticos y económicos.
Sin duda, la reforma pensional es una prioridad nacional que no puede seguir detenida. El Gobierno y el Congreso deben comprometerse con su trámite y aprobación.
En el presupuesto de 2014 se registra una reducción del pago de la deuda, lo que evidencia las mejores calificaciones que el país ha recibido por su manejo económico.
El Gobierno ha señalado que dentro de los gastos de inversión se tiene un alto componente social, de infraestructura y de apoyo al campo. En años recientes se ha visto cómo el gasto social ha impactado positivamente los indicadores de pobreza y distribución del ingreso. En esto el sector rural requiere de medidas eficaces que lo saquen del legendario atraso en el que se encuentra sumido. Asimismo, el país espera que, por fin, la infraestructura de transporte sufra una transformación radical.
Infortunadamente, la actual Administración no tiene un buen récord de ejecución del gasto, pues en los pasados ejercicios presupuestales se han evidenciado dificultades a la hora de concretarlos.
Dado el importante aumento presupuestal que se tiene establecido para el año 2014 es de esperar que el Ejecutivo tome las medidas necesarias para asegurar la eficiencia en el gasto público.
IMPORTANTE EL PRESUPUESTO, PERO MÁS LA LEY DE INCIDENCIA FISCAL
Por JOSÉ MANUEL RESTREPO
Rector del Colegio de Altos Estudios de Administración (CESA)
Hay dos avances sustantivos en los dos proyectos aprobados, relacionados con la hacienda pública del país. Uno es el gigantesco incremento en la inversión, donde naturalmente hay que incluir todo el tema de infraestructura, que es una gran palanca para la economía en el año 2014. Es un asunto de gran trascendencia para el desarrollo del país y para la generación de empleo.
Pero creo que la gran noticia es la aprobación de la Ley de Incidencia Fiscal, que le pone coto a los abusos de las Cortes en la aprobación de tutelas y expedición de sentencias sin ninguna responsabilidad o cuidado por el tema fiscal del país.
El haber aprobado esta ley lo que significa es que las Altas Cortes no podrán dictar sentencias que atenten contra la estabilidad de la hacienda pública.
Esto significa que por fin entendimos que no estamos en Dinamarca, sino en Cundinamarca, para expresarlo coloquialmente.
Estamos reconociendo que existen acciones sociales que sería importante hacer, pero que no resulta posible porque los recursos no existen.
Muy importante el incremento en la inversión pública que será palanca para el crecimiento en 2014, pero más importante la aprobación de la Ley de Incidencia Fiscal que nos obliga a gastar con eficiencia y responsabilidad.