La gran distancia que por muchos años dividió a los habitantes de los barrios San José y Villa Carmona, de Girardota pasará, desde hoy, a ser solo un recuerdo.
Con la inauguración del nuevo puente que une a los dos sectores desaparecerán la angustia y la preocupación de quienes todos los días tenían que enfrentarse a los peligros de cruzar la quebrada El Tábano para ir a donde sus vecinos.
"Estoy muy feliz con esta obra porque va a mejorar la movilidad y a valorizar mucho el barrio", dijo Marina Castrillón, quien recordó los accidentes que sufrió en repetidas ocasiones al pasar por el afluente.
"Muchas veces me golpeé y me raspé y del miedo de caerme me tocaba quitarme los zapatos para pasar por debajo del agua", agregó la mujer.
Para Leonel Jiménez, integrante de la acción comunal del barrio San José, la construcción del puente se convierte en una bendición para los habitantes de la comunidad, quienes como él lucharon por más de diez años para lograr que fuera ejecutada la obra.
"Este era un logro muy grande para todos porque ya no va a existir el peligro de antes y no vamos a tener que dar una vuelta tan larga para llegar a los barrios vecinos", puntualizó.
Aunque algunos residentes de la zona temen que con la nueva conexión se genere un gran incremento en el flujo vehicular, que ponga en riesgo la seguridad de los pequeños que juegan en sus calles, son conscientes del gran avance que representa para el crecimiento de su barrio.
Por eso, con alegría y emoción se preparan para celebrar el acto de apertura que se realizará hoy a las tres de la tarde.
Música y arte serán la mejor forma de darle una gran bienvenida a la estructura que cambiará la vida del sector.
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