Durante muchos años Medellín se ha distinguido, con justicia, de las demás ciudades del país por varios aspectos. Especialmente por el buen manejo de los servicios públicos domiciliarios en cabeza de EPM. Ahora nos reconocen también como la "la ciudad más innovadora", y tampoco dejamos de ser "la ciudad de la eterna primavera".
Pero esa tradicional etiqueta de "Medellín, la tacita de plata", por su limpieza en calles y parques, se está perdiendo por causa del mal manejo de las basuras. Lo cual no podemos permitir los ciudadanos de esta urbe.
Lo primero que califican en cualquier ciudad del mundo los turistas es el estado de sus vías, sus zonas verdes y, especialmente, el servicio de aseo. Que en aceras y avenidas no se vea ni una colilla de cigarrillo, lo que hace que los lugares sean amables para caminar.
En una carretera leí alguna vez una frase que se aplica al problema de recolección en la ciudad: "la basura no habla, pero dice mucho de usted". Lo mismo podemos decir con el problema que vive Medellín con su recolección de residuos sólidos.
En este caso, defiendo la cultura ciudadana que tenemos los antioqueños, esa que tarda años y hasta décadas en establecerse. Los medellinenses somos limpios por naturaleza, y no se trata, pues, de educarnos para no tirar basura desde los carros, por ejemplo, porque eso muy poco ocurre. Más bien, es la oportunidad para que Empresas Varias replantee muchos aspectos y se acerque a lo que es el estilo gerencial del Grupo Empresarial EPM, al prestar un servicio con la eficiencia y eficacia que exige la entidad en todos sus estándares de calidad.
Esperamos entonces que esta difícil situación se supere pronto, con el anuncio hecho por EPM de invertir catorce mil millones de pesos en una planta de alta tecnología para el tratamiento de los líquidos que segregan las basuras. Igualmente invertirá 55 mil millones de pesos en la renovación del 43 % de los vehículos recolectores, y avanza en el arrendamiento de otros automotores para optimizar la prestación del servicio de aseo.
Estoy seguro de que la mejor respuesta social, política e institucional que se pueda transmitir en este momento de crisis se logrará a través de la innovación y el nuevo modelo de gestión que implementará con seriedad y responsabilidad el calificado equipo de profesionales del grupo EPM.
Así, la Bella Villa de la cual nos sentimos tan orgullosos recuperará su liderazgo en el manejo eficiente de las basuras, generando confianza y credibilidad en la comunidad, y Medellín volvería a ser esa tacita de plata, en la que hemos vivido. Una ciudad limpia, amable, agradable y educada, para nuestra calidad de vida y para la buena imagen ante quienes nos visitan.
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