Hace años, en una serie de robos en habitaciones en clínicas, llegó alguien con bata blanca a ver un paciente, diciéndole que le iba a tomar la temperatura, anal para tener mayor certeza. Y mientras el enfermo andaba en incómoda posición, el hombre sustrajo sus pertenencias y se esfumó.
Los decretos de emergencia social sobre la salud han resucitado el debatido tema las medicinas. Es más, a los comerciantes, se escuchó esta semana, lo que les interesa es que se controle el comercio ilegal de drogas farmacéuticas.
Cuando no se obtienen las medicinas requeridas o son costosas, el desespero y la ignorancia alientan los mercados fraudulentos. No es por pobres, pues de ello dan cuenta habitantes de naciones ricas. Ahorrar centavos es válido en todas partes.
El mercado de drogas falsas por Internet se cuadruplicó en Europa de 2005 a 2007 y las investigaciones sobre el asunto se incrementaron por ocho en Estados Unidos, según estudio en el International Journal of Clinical Practice . La venta de medicamentos chiviados casi se duplicó en los últimos cinco años, un mercado que se calcula será de 75.000 millones de dólares este año, uno de los más lucrativos. En Estados Unidos era hace poco de 35.000 millones de dólares, dijo un reporte en el journal PloS Medicine.
En 2009 la Cooperativa de Hospitales de Antioquia informó que 30 por ciento de los medicamentos en Colombia eran de contrabando. Se fabrican en casas de barrios residenciales y se venden en diferentes sitios.
Los europeos son dados a adquirir por Internet la mágica medicina que hace funcionar aquello que de otra forma se mantiene mirando para abajo, sin conocer la pureza del levanta-ánimos y su concentración, ignorando que esa clase de problemas a veces indica que el corazón anda en líos.
No saben, comentó el cardiólogo Graham Jackson, del London Bridge Hospital, que contiene talco o polvo de ladrillo, usado para levantar otras cosas.
No todas son puro polvo. En una epidemia de meningitis en Colombia, según la Cooperativa, al investigar el alto número de muertes, se encontró que las medicinas estaban alteradas.
En el sudeste de Asia, un tercio de las tabletas de artesunato (contra la malaria), no contienen ingrediente activo. No sirven y se consiguen baratas en los mercados locales. En China, 192.000 muertes fueron atribuidas en 2001 a medicamentos falsos.
En Medellín es común la venta de medicinas en almacenes dedicados a otros fines, lo que genera dudas.
¿Se ha fijado que cuando alguien acude a la medicina prepagada, la fórmula contiene unas medicinas, y si es en el POS otras? Y no sólo en cuanto a genéricos, pues sabido es que la medicina particular ama prescribir genéricos caros de nombre rimbombante y casi impronunciable.
Todo eso alienta la práctica del ahorro, de la que se valen falsificadores, fuera de la odiosa costumbre de varias EPS de no despachar las medicinas porque "no la tenemos en el momento".
Del señor del cuento, no conocemos su reacción al entrar la enfermera y encontrarlo en tan molesta posición. Pero a usted, que no le metan la pepa por donde no es. Que duele y enferma.
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