Cuando se acerca la época de vacaciones, las familias comienzan a preparar sus planes de descanso.
Los viajes están a la orden del día, y en ellos, el carro es un protagonista de primer orden para emprender el paseo, bien sea por las carreteras regionales o a otras zonas del país.
En virtud de los avances en el tema de seguridad, hoy existe más confianza para tomar el carro y emprender el camino. Así, también se incrementó el desgaste de la máquina y la necesidad de adelantar con mayor responsabilidad las revisiones preventivas.
Por eso, en estas fechas, tómese unas horas para llevar el carro a un buen centro de diagnóstico y verificar a fondo todos los sistemas de operación. Así, cuando se vaya de vacaciones, estará tranquilo y su familia podrá rodar segura.
Paso a paso
Lo primero que se debe revisar en este proceso es la batería.
Es necesario verificar que los bornes no estén sulfatados. En este caso, un aro antisulfatante, que se consigue en cualquier centro de diagnóstico, mejora la conductividad de corriente.
El buen estado de la batería es hoy más importante, ya que por disposición oficial es necesario, en carretera, tener las luces prendidas.
Igual, es primordial revisar las cajas de fusibles y mantener algunos de repuesto.
Líquidos y aceites
El segundo paso es la revisión de líquidos. Se debe tener en cuenta cuál es el que recomienda el fabricante. El primero es el refrigerante que refresca el radiador y disminuye el consumo de agua.
Es necesario revisar el champú de limpiabrisas (que se puede reemplazar con cualquier marca comercial de las que existen en el mercado). Otro indispensable es el aceite de dirección hidráulica.
Cuando su nivel es bajo, o existen fugas, la dirección se pone mucho más dura y es más complejo maniobrar el carro.
En esta revisión, antes de las vacaciones, no permita que en su centro de diagnóstico se pase por alto una mirada al líquido de frenos. Haga que constaten su densidad.
Si el color está degradado es una señal de que requiere un cambio (debe reemplazarse cada 20 mil kilómetros). Tampoco olvide una mirada a la "nariz del vehículo", si el filtro de aire está en mal estado aumenta el consumo de la gasolina.
En la medida de lo posible utilice el sugerido por el fabricante, ya que se trata del que mejor responde a las especificaciones de operación de ese motor.
Una mirada por debajo
En el momento del chequeo al carro, es muy importante que los especialistas del centro de diagnóstico se tomen su tiempo para realizar una inspección completa.
No es solo ir a la serviteca y dejar que le cambien el aceite y le echen aire a las llantas.
El carro hay que revisarlo tanto por encima, en su motor, como por debajo. Es más, ese vistazo en la parte inferior del vehículo puede alertar sobre funcionamientos defectuosos en alguno de los sistemas.
Verificar las funciones de rodamiento, y que cada uno de sus componentes estén operando de manera correcta, es primordial.
Por el desgaste al que se someten en esta época, y las condiciones de las vías colombianas, gran parte de la seguridad en la carretera dependen de esta operación.
Al llenar de aire o nitrógeno las llantas, es necesario aumentar un poco de lo normal su presión.
Algunos recomiendan el nitrógeno para este proceso ya que entrega un mayor rendimiento y evita el desgaste por temperatura.
No olvide la llanta de repuesto y, al inflarla, agregarle cinco libras más de presión. Por lo general, cuando se va a utilizar, se encuentra desinflada.
Igualmente es recomendable cargar en el carro un neumático de repuesto. En muchas ocasiones, cuando se presenta una varada en carretera por pinchazo, no hay en el camino centros de reparación técnica debidamente autorizados.
Por eso, es mejor poner el neumático hasta encontrar un lugar especializado en el que puedan intervenir la llanta con la tecnología adecuada.
Por último, antes de emprender el viaje, no olvide tener los papeles en regla y el equipo de carretera.
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