El atentado contra el Boeing de Malaysian Airlines, con 246 personas a bordo, no fue un accidente, conceptuó el presidente de E.U. Barack Obama, al tiempo que expertos internacionales afirmaban que tal hecho recrudecería el conflicto ruso - ucraniano y distanciaría aún más a occidente de Moscú.
Y es que tanto E.U. como Alemania señalaron a los separatistas prorrusos como los responsables de la tragedia y a Rusia como cómplice de la misma, pues es quien entrena a los separatistas en el manejo de este tipo de armas de alta tecnología.
Entre las pruebas, presentadas por distintos medios internacionales, figuran el reporte de uno de los comandantes prorrusos confirmando el derribo de un avión civil, un video que muestra un sistema de misiles BUK, al parecer, utilizado para impactar la aeronave trasladándose en el área del ataque y el video de un ciudadano en el que aparece un camión trasladando, a toda velocidad, el sistema en cuestión rumbo a Rusia.
Pronunciamientos
El presidente estadounidense, Barack Obama, basado en inteligencia de su país, aseguró en rueda de prensa que "esto no es un accidente. Esto ocurre por el apoyo ruso".
Las pruebas de los organismos de inteligencia de E.U. indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire que fue lanzado desde un área controlada "por los separatistas apoyados por Rusia".
La canciller alemana, Ángela Merkel, sostuvo en comunicado que "si se confirman los indicios que apuntan a que el avión fue derribado, se presenta una grave escalada del conflicto".
Los prorrusos, por su parte, respondieron señalando al Ejército ucraniano como el culpable, tal como presuntamente lo demuestra su escalada de operaciones aéreas en la zona.
Así lo hizo saber el viceprimer ministro de la formación separatista, Andrei Purguín, en conferencia de prensa, mientras que se mostraba dispuesto a cooperar con los investigadores del siniestro, hasta el punto de permitir un cese al fuego temporal. "Estamos negociando sobre una tregua humanitaria de 2 a 4 días para investigar las causas del accidente del Boeing 777 en el cielo de Donetsk", dijo a agencias internacionales.
Desde Holanda, país al que pertenecían la mayoría de las víctimas, el primer ministro, Mark Rutte, aseguró que su país "no descansará hasta que la justicia se haga cargo de los responsables del siniestro", que ha costado la vida a 246 personas, entre ellos 189 de sus compatriotas, según los últimos datos.
Consecuencias
¿Pero qué consecuencias tiene el hecho para un de por sí tenso enfrentamiento entre Ucrania y los grupos separatistas prorrusos? Andrés Molano, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario respondió a El Colombiano.
"Independiente de quién tenga la culpabilidad, esto tendrá un impacto importante en la crisis, en la medida en que se puso en evidencia que ninguna de las partes tiene control del conflicto. Si se trata de un accidente o casualidad, ninguno de los bandos puede asegurar que esto no vuelva a pasar".
Esto puede generar un incentivo a la búsqueda de una solución definitiva y pacífica a lo que pasa en Ucrania, genera presiones y puede implicar un mayor compromiso de Rusia en términos de asegurar el control de las milicias y estabilizar todo", explicó.
Lecciones aeronáuticas
Expertos en aviación consultados por El Colombiano creen que el hecho de que la geopolítica y sus vaivenes se hayan inmiscuido, no resta la posibilidad de considerar lecciones que deja el insuceso a la aeronáutica.
Alvaro Sequera Duarte, docente del postgrado en Derecho Internacional Aeronáutico de la Universidad Militar Nueva Granada, explicó que "la Organización Internacional de Aeronáutica Civil (Oaci), nunca solicitó a la ONU una autorización para el desvío de ruta de los cielos en conflicto bélico".
"Por ejemplo nosotros en Colombia sí lo hicimos en el conflicto entre Perú y Ecuador (Guerra del Cenepa, 1995), por lo cual nos desviamos hacia el Pacifico para evitar esto", añadió.
Es similar a lo asegurado por Julián Pinzón, director de Seguridad Aérea de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, Acdac. "Se trata de un tema incontrolable a nivel de industria, pero sí hay formas de mitigar el riesgo de que esto ocurra. En esos casos se debe notificar con tiempo qué zonas están en conflicto y delimitarlas para no permitir el sobrevuelo", explicó.
"Las autoridades aeronáuticas pensaron que el conflicto estaba solo en la superficie, que era menor, por eso no lo restringieron. A partir de ayer sí hay una notificación. La lección es que cuando haya cualquier zona de conflicto, deben evitar toda posibilidad de que eso ocurra restringiendo el paso y desviando la ruta de las aeronaves".
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