Los primeros minutos fueron brillantes para el Once Caldas. En ese periodo tuvo para marcarle a Santa Fe y cambiar la triste historia que se escribió la noche del sábado en el Palogrande. Finalmente, el equipo perdió 1-4 con Santa Fe en el primer juego por una de las llaves de los cuartos de final de la Liga Postobón.
Con juego colectivo, llegadas por los costados y opciones claras, se pudo celebrar. Camilo Vargas, portero visitante, le sacó la primera a José Heriberto Izquierdo; el horizontal le devolvió un remate seco a César Arias, y el mismo Arias falló en otra posibilidad porque entró con el perfil equivocado.
Todo parecía dado para hacer un buen partido y calentar la fría noche que transcurría por las gradas.
Sin embargo, el blanco blanco se chocó con un rival que lo atacó con eficacia y lo partió en pedazos. Al punto que terminó con cuatro goles en contra, 10 hombres en el campo por la expulsión de José Fernando Cuadrado, sin el cuerpo técnico que se tuvo que ir del banco expulsado y el jefe de prensa como D.T.
Empezó la debacle
El rival dio el primer golpe a los 15 minutos, cuando ya el Once había bajado el ritmo. Santa Fe, esperó y pasó muy rápido de defensa a ataque, marcó el primer gol del partido. Salida rápida que termina con el pase hacia Jéfferson Cuero, quien fue derribado por Cuadrado para el penal. Todos en las gradas reclamaron fuera de lugar y falta inexistente, pero las cámaras mostraron lo contrario.
Fue Ómar Pérez, quien con más ubicación que potencia, marcó el primero de la noche.
El tanto golpeó al Once. Lo dejó sin reacción. Al punto de que perdió el volumen ofensivo ante un rival que le jugó con claridad, pues lo hizo ver feo en el campo. Por eso marcó el 2-0.
Otra recuperación en la mitad terminó desbaratando la defensa local y Jéfferson Cuero empujó el balón. Alcanzó a levantar los brazos para celebrar, pero se acordó que jugó en Manizales y las bajó.
A los 36 minutos, Carlos Robles, quien había llegado al campo por Hárrison Henao, volvió a levantar los ánimos porque hizo el descuento. Izquierdo remató, devolvieron el balón y Robles la tiró hacia adelante y acomodó el remate para ilusionar a los 18 mil asistentes al Palogrande.
Pero seis minutos más tarde, el mismo Robles perdió la pelota en la mitad y allí nació el 1-3 en favor del rival. Esta vez fue Wílder Medina, quien tuvo tiempo para superar a Cuadrado y celebrar.
El complemento fue para olvidar. Llegó la debacle y se perdió el libreto. Salió Daniel Hernández por Edwards Jiménez en el afán de atacar y marcar, pero se perdió manejo y pausa en la mitad. Lo más claro para el Once fue la llegada en la que César Arias se preocupó más por voltear en el área que por asistir a Jiménez. El hincha, desesperado, le gritó de todo desde las gradas.
Puntillazo
Al minuto 14 de la etapa complementaria llegó el 1-4 final. Otra jugada calcada de las anteriores: recuperación de pelota, dos o tres toques y gol. Esa vez fue Wílder Medina, quien les ganó a los centrales, encaró a Cuadrado y lo superó. El portero del Once trató de ir por la pelota, pero lo cruzó y el árbitro decretó penal. Vino la expulsión del portero por ser el último hombre en el campo y el debut del juvenil caldense Sergio Román.
Medina cobró a la derecha y Román fue a la izquierda. El resto fue de impotencia e incapacidad.
Con la ventaja a su favor, Santa Fe le bajó el pie al acelerador y se dedicó a tocar. Por eso el debutante Román tocó la pelota dos o tres veces. El Once lo intentó, pero no tenía con qué.
Los técnicos, Flabio Torres, Pedro Alzate y Mauricio Molina, vieron el resto del partido desde las gradas, las que con el paso de los minutos se quedaron vacías porque el hincha regresó a casa.
El próximo juego será en Bogotá y el Once Caldas con una desventaja de tres goles y las ausencias del cuerpo técnico y los porteros, José Fernando Cuadrado y Juan Carlos Henao. Parece imposible pensar ya en una clasificación, pero...
