El haber tenido la suerte de deambular por la empresa privada y conocer por dentro “la cosa pública” , le permite a uno tener un universo más completo para aquilatar las necesidades que le son comunes a ambos sectores y sin lugar a dudas, un sentimiento predominante es el requerimiento de estar nivelados con el mundo en mayores conocimientos, no vivir a la penúltima moda del saber.
Es una realidad de Perogrullo identificar que dedicarse a educar un pueblo es sembrar la semilla de su progreso, y para fortuna de nosotros, ya las posibilidades de llegar a terminar la secundaria son opciones que se han abierto para la mayoría de nuestros muchachos. La alternativa de acceder a las universidades también ha crecido sustancialmente con las nuevas condiciones que se dan.
Pero no podemos parar ahí, necesitamos estructurar un programa agresivo en donde converjan el Estado, la gran empresa privada, las universidades, fondos internacionales asignados a la educación y todos liderados por las fundaciones para el desarrollo, para formar en las prestigiosas universidades del exterior o en convenio con ellas y en algunas de las nuestras, un número plural de alumnos destacados académicamente y “fabricar” así la clase dirigente del futuro, que repartidos a su regreso, de conformidad con lo estudiado en sus Ph.D., en entidades estratégicas del sector privado, público y en centro de enseñanza superior, para darles a estas un empujón en ciencia, logística, investigación, tecnología, modelación matemática de los procesos, etc. y de esta forma conseguir a través de estas instituciones que se logre un desarrollo vertiginoso del departamento con este conocimiento de primer nivel.
Para lograr este inmenso cometido, que va mucho más allá del esfuerzo magnífico que hoy están haciendo nuestras universidades formando, aquí y afuera, algunos Ph.D., es fundamental estructurar un ambicioso fondo económico educativo, en donde entre otros podrían aportar la Fábrica de Licores, destinando un porcentaje de la contribución que obligatoriamente tiene que hacer para educación, el Fondo de Becas de EPM pero crecido con generosidad, los presupuestos de educación del departamento y de Medellín, recursos de las fundaciones cuyos estatutos permitan esta orientación, partidas que las asambleas de socios de las empresas privadas designen para apoyar esta idea, que para motivarlas el municipio, por ejemplo, conceda un beneficio tributario relacionado al monto aprobado por ellas, y seguramente muchas otras fuentes que es cuestión solo de imaginar. En conclusión, esto es, crear una especie de Icetex propio para Antioquia, que motorice una revolución educativa de altísima calidad en nuestro medio. Es decir, de muchos Ph.D.
Y siendo más soñadores y audaces, esos recursos aplicados a cada discípulo, para que se entusiasme a irse a estudiar, no los tendrá que pagar el graduado formado como Ph.D., si le dedica un tiempo de servicio adecuado a nuestras entidades certificado por ellas, que lo acogerán a su retorno vinculándolo como su empleado.
Con seguridad nuestras organizaciones acompañadas por este gran talento, se convertirán en instituciones de clase mundial.
