"Te vas a morir de hambre". Es la frase que Carolina Ceballos escuchó de muchos de sus conocidos desde hace varios años y a la que ella responde: "sí, pero seré feliz".
Carolina salió del colegio pensando que sería la futura ingeniera de su familia y comenzó a estudiar bioingeniería en la Universidad de Antioquia.
Sin embargo, desde que cursaba décimo grado descubrió su gusto por el teatro y cuando terminó el primer semestre de la carrera, decidió que eso no era lo suyo y que se inscribiría en la facultad de artes para estudiar teatro.
Aunque en su casa no la apoyaron en un principio y a ella le tocó pagarse la inscripción, continuó con la idea y, luego de tocar varias puertas, la llamaron del Teatro Popular de Medellín para participar en un curso de jóvenes talento. Más adelante consiguió su primer papel en la Exfanfarria, en la obra Las tardes de Manuela, de José Manuel Freydel.
Ya tenía el apoyo familiar y decidió que no quería seguir con los estudios de teatro, aunque no dejaría de actuar. Lo suyo, se dijo, era la comunicación audiovisual.
Años más tarde, mientras trabajaba en un proyecto de Altavoz Teatro, con su amigo Carlos Santa, aprovechó que tenía alumnos con mucho talento y formó el que hoy es su grupo de teatro llamado Fractal. Álbum fue la primera obra y, poco a poco, se han ido abriendo camino en los escenarios de la ciudad.
"Hemos trabajado muy duro y hecho muchos sacrificios y hasta cosas charras como vender arroz con leche para poder sostener la casa donde ahora ensayamos, la cual es nuestro mayor tesoro", dice Carolina.
Cuando se enteraron de que este era el año del sesquicentenario de Tomás Carrasquilla, Carolina comenzó a trabajar en una nueva obra para rendirle su propio homenaje al escritor. Fueron muchas las noches de trasnocho: la obra debía estar lista antes de que Santa viajara fuera del país.
Todo el talento, ensayos y esfuerzos por fin se vieron recompensados la noche del miércoles 6: Carolina recibió el premio Mujer Talento, en la categoría Artes Escénicas, gracias a la obra que escribió y dirigió: Carrasquilla, este Tomás si es otro cuento.
Sus planes son invertir el dinero del premio para montar una sala de teatro donde su grupo y muchos más de la ciudad, puedan presentar sus creaciones para todos los amantes del teatro.
Tiene 23 años, es directora y actriz. Sabe que su vida va unida al teatro de forma irremediable. Asegura que en 10, 20 o 30 años se ve en los escenarios con nuevas obras. Reconoce que eligió un trabajo muy duro y que tal vez "se muera de hambre", como se lo advirtieron. Pero será feliz, como les respondió. Esa es su pasión y su mayor talento.
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