x

Pico y Placa Medellín

viernes

no 

no

Pico y Placa Medellín

jueves

no 

no

Pico y Placa Medellín

miercoles

no 

no

Pico y Placa Medellín

martes

no  

no

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

no aplica  

language COL arrow_drop_down

Tradición sin "colorinches"

27 de junio de 2009
bookmark

La balaca amarilla de Rafa Nadal, las camisetas negras de Roger Federer o las gorras fluorescentes de Andy Roddick. Todas al clóset. En Wimbledon solo se respira tradición.

En las canchas del All England Lawn Tennis solo se aceptan colores en las corbatas verdes y moradas de sus socios. ¿Los jugadores? Pues que manden a hacer ropa blanca, porque de colores no pueden jugar. Esa es una de las reglas del torneo más tradicional, en todo sentido, que existe en el deporte profesional mundial.

Wimbledon, un tranquilo barrio del oeste de Londres, se llena de espectadores que respiran tradición y simbología en todo momento.

Desde el postre de fresas con nata que se vende en el complejo (más de dos toneladas de fruta por año), hasta el histórico descanso del primer domingo de competencia, hacen parte de las reglas viejas que cada vez parecen más excéntricas que las novedades que tratan de erradicar en Londres.

"¡Wimbledon es impresionante! ¡No hay otro lugar en el mundo como éste!", dijo su amo y dueño por cinco oportunidades, el suizo Roger Federer, quien mandó a hacer una chaqueta beige para seguir con el refinamiento en el vestido. Este año vuelve a ser el favorito.

Pero lo excéntrico deja la cancha y se mete en la afición. Además de las señoras de sombreros gigantes, los espectadores son más que afortunados. Un sorteo ante notario en noviembre anterior al torneo entrega los nombres de los afortunados que tendrán acceso a la boletería entre los miembros del club. Tan solo un pequeño porcentaje se destina a la venta en taquilla, lo cual implica que cada noche durante el torneo más de 500 personas duerman haciendo cola para lograr un sitio. En 1968, un carpintero de la pequeña ciudad Brighton estuvo 58 horas para conseguir una.

Nadie se queja, ni jugadores ni visitantes. En inglaterra, cuando se habla de Wimbledon, es como hacerlo de una joyas de la corona, el Palacio de Buckimgham o hasta de la misma Reina Isabel.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD