La Uefa ordenó al Atlético de Madrid que juegue los próximos dos encuentros de Liga de Campeones que debía disputar en el Vicente Calderón a un mínimo de 300 kilómetros de distancia de Madrid, tras los incidentes registrados a principios de mes en el partido contra Marsella.
El organismo que gestiona el fútbol en Europa dijo que la sanción podría ampliarse a un tercer encuentro si se registraban más disturbios con el club en un período de prueba de cinco años.
Los partidos afectados son contra el Liverpool el 22 de octubre y contra el PSV Eindhoven el 26 de noviembre.
Además, la Uefa dijo que el técnico del equipo español, Javier Aguirre, no podría sentarse en el banquillo durante los próximos dos encuentros de Champions League contra el Liverpool por "conducta inapropiada".
El Atlético también fue multado con 150.000 euros por el comportamiento inadecuado de los seguidores y por falta de organización, indicó la Uefa.
El club tiene hasta el 17 de octubre para apelar la decisión.
La policía antidisturbios se enfrentó con seguidores del Marsella antes del encuentro disputado el 1 de octubre en el Calderón, que el Atlético ganó 2-1. Seguidores franceses arrancaron varios asientos y encendieron bengalas.
Más disciplina
Desde hace unos años, Fifa y Uefa están endureciendo sus sanciones con todo lo que esté relacionado con el racismo o la xenofobia.
La Comisión Disciplinaria de la Fifa, presidida por Marcel Mathier (Suiza), además de multar a la Rfef con 100.000 francos suizos -60.000 euros- por los incidentes racistas del España-Inglaterra en el año 2004, advirtió a España que en caso de reincidencia, la selección española debería jugar uno o varios partidos a puerta cerrada.
Pero fue la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) la que sufrió la multa más elevada por parte de la Uefa al tener que pagar una multa de 99.000 euros por conducta racista de sus seguidores e invasión del terreno de juego en el partido jugado el 2 de abril de 2003 contra Turquía en Sunderland.
El Atlético de Madrid también fue de los primeros clubes españoles en ser sancionados por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol. Fue el 20 de diciembre de 2005 y el equipo rojiblanco fue sancionado con 6.000 euros por los gritos racistas que emitió un sector de su afición durante la disputa del partido Atlético de Madrid-RCD Espanyol disputado en el estadio Vicente Calderón el anterior 27 de noviembre.
En aplicación del artículo 125.bis, Competición aplicó esta multa por los insultos racistas que recibió Kameni, el portero del Espanyol. En la sentencia del Comité se apunta que unas 500 personas situadas en el fondo sur imitaron "sonidos de monos", cada vez que tocaban el balón jugadores de color del RCD Espanyol.
En 2006, la Uefa da un nuevo giro de tuerca a las sanciones para luchar contra el racismo y avisa de nuevas y estrictas sanciones de "cinco partidos de suspensión o una sanción por un tiempo específico a cualquiera que insulte la dignidad humana de una persona o grupo, ya sea por su color de piel, raza, origen étnico o religión".
Ya en 2008, el PSG francés fue excluido de la próxima Copa de la Liga francesa, la de la temporada 2008-09, porque hinchas del club desplegaron una pancarta ofensiva en un partido.
El pasado mes de agosto, la Uefa sancionó al Honved húngaro con jugar su próximo partido de competición europea con el campo vacío por el comportamiento racista de sus seguidores. Los aficionados del Honved desplegaron en el estadio Bozsik de Budapest una pancarta con lemas racistas en el encuentro de la Intertoto disputado el 26 de julio contra el Sturm Graz, choque que ganaron los austríacos por 2-1.
La Fifa también multó a Croacia por comportamiento racista de sus seguidores con 30.000 francos suizos en el partido Croacia-Inglaterra (1-4) del pasado 10 de septiembre, de la fase de clasificación para el Mundial de 2010.
La Fifa adoptó la decisión después de investigar los incidentes ocurridos en el minuto 61 del partido, cuando el jugador inglés Emile Heskey fue insultado desde la grada después de ser amonestado por el árbitro eslovaco Lubos Michel tras una entrada sobre el capitán croata, Niko Kovac.
Ahora el Atlético de Madrid verá cerrado su estadio dos partidos y tendrá que pagar una multa de 150.000 euros. La Uefa lo justifica por la deficiente organización del partido y por la conducta antideportiva e impropia de sus aficionados.
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