La oficina en casa debe diseñarse teniendo en cuenta los aspectos prácticos y el confort.
Es importante encontrar un lugar adecuado que no interrumpa el normal funcionamiento del hogar. Lo ideal es planificar la oficina de acuerdo con las necesidades, personalidad y estilo de quien la va a utilizar.
Es posible manejar una oficina disimulada que cuando no se utilice, se vea el espacio doméstico. Por ejemplo, una unidad móvil que puede cerrarse para ocultar el equipo de trabajo y guardarla en un rincón cuando no se utiliza o una oficina clóset que igual se cierra para ocultarla.
Claro que si la persona es muy organizada, una unidad abierta puede servir perfectamente como una oficina sencilla.
Como alternativas para dividir la zona residencial existen muchas opciones: biombos, panel tipo japonés, plantas, puertas corredizas e incluso muebles.
Una de las ventajas de trabajar en casa es que se puede ubicar el lugar de trabajo donde se aproveche toda la luz natural disponible, que puede complementarse con una lámpara de escritorio, un foco de clip o una lámpara de pie de pantalla hacia abajo.
En cuanto al color, es importante que guarde armonía con el tono de la vivienda, preferible colores relajados.
Otra ventaja importante al trabajar en casa es que es posible personalizar el espacio con elementos que nos ayuden a definirlo como propio y que reflejen los gustos.
Cuadros, plantas, portarretratos, flores y demás objetos son válidos para crear un ambiente agradable de trabajo.
*Diseñadora de interiores
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