No sé si Dios existe. Si se llama Yavé, Jesucristo, Alá o Yoruba. Algunos teólogos dicen que se puede demostrar con silogismos que Él existe y que no. Que se puede probar lo que ellos llaman el Primer Principio y refutarlo, igual que en matemáticas se puede demostrar con operaciones lógicas que uno es igual a dos. Pienso que los seres humanos tenemos derecho a creer o no creer.
Con el mayor de los respetos por los escépticos, creo en Jesucristo, el Dios de mis padres; en Alá; en Yavé, y también en Karagabí, el protector de los indios embera. Cuando de vez en cuando rezo una plegaria, lo hago al Dios de San Juan de la Cruz. O al de Joan Sebastián Bach, que era el Dios de Lutero en la vieja Alemania protestante. Creo que Dios es el mismo para todos y tiene muchos nombres.
No se cuál es el nombre del Dios del senador Barack Obama. Él nació en Honolulu, Hawai, y es hijo de Barack Obama, un inmigrante negro de la tribu Luo, de Kenia, África, que de niño se dedicó a la crianza de cabras y años más tarde, gracias a una beca, estudió en la Universidad de Hawai. Su madre es Ann Dunham, una estadounidense nacida en Kansas. Cuando ellos se separaron, su madre se casó con un hombre musulmán de origen indonesio. Ella se llevó al pequeño a vivir en Yakarta, capital de Indonesia, una de las naciones islámicas más pobladas de la Tierra. De allí, Obama regresó a EE. UU. cuando tenía diez años. El resto de su historia es conocida: se graduó en un colegio de California, estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y se tituló en Derecho en la Universidad de Harvard, la más prestigiosa universidad privada de su país.
En esta sucia campaña presidencial de 2008, las creencias religiosas de Obama han sido motivo de muchas suspicacias y mentiras por parte de los políticos de doble moral del Partido Republicano y de sectas nazis y racistas como el Ku Klux Klan. Han dicho que es musulmán, que ha militado en sectas fanáticas y en grupos terroristas. Han sostenido que su padre africano es un negro musulmán. Incluso, militantes del Ku Klux Klan intentaron asesinarlo hace unos días porque, dicen, "un negro no puede ser presidente de los Estados Unidos de América". La verdad es que Obama fue educado por su madre en la religión cristiana y él jamás la abandonó. En su niñez, después de la separación de sus padres, Obama estudió en una escuela privada cristiana en Yakarta y luego en una escuela pública musulmana. Por eso no odia ni sataniza a los musulmanes. Hoy asiste a una iglesia baptista fundada por el líder espiritual negro Martin Luther King, asesinado en las luchas por la igualdad de derechos civiles en la década de 1960. Por todo esto quiero elevar una plegaria al Dios de Barack Obama:
¿Para que los soldados hispanos y negros que el presidente Bush está usando como carne de cañón en las guerras de Irak y Afganistán puedan volver a sus casas? y los soldados blancos, también. Para que los obreros retirados a los que los ladrones de cuello blanco de Wall Street les han robado sus ahorros de toda la vida, recuperen siquiera una parte de sus pensiones.
Para que millones de trabajadores hispanos, negros y blancos que han perdido sus casas por las hipotecas ruinosas pactadas con los bancos, por lo menos reciban una ayuda temporal de un nuevo gobierno menos cruel que el del señor Bush. Para que los 50 millones de desamparados que hoy no tienen seguridad social en el país más rico del mundo, tengan un seguro de salud: el mismo que les han negado los gobiernos republicanos que convirtieron la salud en un negocio de las grandes compañías financieras.
Para que algún día sea derribado el muro de infamia levantado en la frontera de EE. UU. y México para tratar de atajar la entrada de miles de trabajadores hispanos sin empleo que huyen de sus países a causa del hambre. Para que Dios proteja al senador Obama de los perros rabiosos del Ku Klux Klan, lo lleve de la mano por el camino recto y le ayude a cumplir todas las promesas que les hizo a sus hermanos negros y blancos en esta campaña electoral. Que así sea, Dios de Obama, y de todos los mortales.En esta sucia campaña presidencial de 2008, las creencias religiosas de Obama han sido motivo de muchas suspicacias y mentiras por parte de los políticos de doble moral del Partido Republicano y de sectas nazis y racistas como el Ku Klux Klan.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
