El sueño de los gobernantes Sergio Fajardo y Aníbal Gaviria, y de los directivos de EPM cuando decidieron la liquidación de Eade para generar equidad en la aplicación de las tarifas de energía en la región, ya es realidad.
Este lunes 30 de junio se cierra la brecha entre las tarifas de las zonas urbanas del Valle de Aburrá atendidas por Empresas Públicas de Medellín (EPM), que han tenido un aumento del 8,98 por ciento desde octubre del año pasado, cuando se inició el proceso de unificación, y las que rigen en el resto del departamento -tanto áreas urbanas, como rurales-, donde las tarifas han mostrado una reducción, en el mismo período, del 23 por ciento en términos reales.
"Fue un aumento casi imperceptible", dijo el gerente de EPM, Federico Restrepo Posada, recogiendo la misma expresión que había formulado el entonces gerente, Juan Felipe Gaviria, cuando se inició la unificación.
En plata blanca, eso significa que el kilovatio-hora en octubre de 2007, que costaba 211,83 pesos para los usuarios de EPM, subió en junio a 255,54 pesos; mientras que para los antiguos clientes de la Empresa Antioqueña de Energía (absorbida por EPM para facilitar este proceso) pagarán en junio de 2008 este mismo cargo, pero venían de 288 pesos por kilovatio-hora en octubre de 2007.
Restrepo Posada explicó ante los industriales que la empresa hizo su propio sacrificio, estimado en 400.000 millones de pesos, dado que no aplicó los topes que le permitía las normas de la Creg, sino que lo hizo por debajo.
Restrepo expresó su satisfacción por haber logrado el objetivo de darle un tratamiento de equidad a las tarifas de energía en la región, la mayor generadora del país, pero expresó su preocupación por la decisión de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), de incluir a Antioquia en la zona Centro, para efectos de distribución de energía, junto con Caldas, Risaralda, Quindío, Valle y Nariño.
Esa decisión, plasmada en el Decreto 388 de 2007 y en la Resolución Creg 058, no solo desconoce el potencial generador de Antioquia y, por ende, los menores costos de la energía que puede ofrecer, sino que implicaría un aumento de tarifas estimado entre un 9 y 10 por ciento por kilovatio-hora (unos 22 pesos), adicionales al aumento antes señalado para los usuarios de EPM.
De alguna forma, lo que el gobierno buscó fue reducir la brecha tarifaria en otras regiones, como se hizo en Antioquia, y alcanzar mayor cobertura del servicio.
Por esta razón, la empresa confía en el anuncio del ministro de Minas y Energía, Hernán Martínez Torres, de revisar esa decisión y, eventualmente, de expedir otra norma que corrija el error. Si lo hace, el nuevo decreto establecería esa distribución por departamentos y no por regiones y, en ese caso, EPM ya habrá hecho la tarea con la unificación que acaba de aplicar.
El gerente de EPM destacó que es la primera vez en la historia de la empresa que confluyen cuatro proyectos hidroeléctricos al tiempo, aunque en diferentes fases: Porce III (en construcción: la primera unidad generará en 2010), Bonyic, en Panamá (inicio de obras -ver recuadro-), Porce IV (de 4oo megavatios, para diciembre de 2015) y Pescadero-Ituango (1.200 megavatios de energía en la primera fase, que estaría en operación en diciembre de 2018).
Con respecto a Pescadero-Ituango, indicó que lo que sigue es definir las fuentes de financiación y actualizar los diseños, para responder a los compromisos asumidos en la reciente subasta de proyectos eléctricos.
Con estas centrales, EPM quedará en condiciones de responder al crecimiento de la demanda interna, que se estima por los lados del 4,7 por ciento anual y al crecimiento general de la economía.
"Quedamos listos para los compromisos del plan Colombia Siglo XXI, para el cluster de energía y para el crecimiento de la economía", indicó Restrepo, invitado al Martes de la Andi con los empresarios de la región.
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