Gildardo Giraldo era un pensionado de 68 años que se dedicaba a la cerrajería en el barrio la Maruchenga, del municipio de Bello (Antioquia). El 2 de enero de 2018, se desplazaba desde su taller hacia Barrio Nuevo para cumplir con uno de sus trabajos.
Sin embargo, nunca pudo llegar a la cita puesto que un motociclista lo arrolló y le quitó la vida cuando se disponía a cruzar la calle en una esquina de su barrio que -según relató María Hermelina Rincón, su viuda- siempre ha sido muy peligrosa para los peatones.
Luego de iniciar las acciones legales, la familia de Gildardo pudo corroborar que quien manejaba la motocicleta era un joven de 17 años, que según la información recopilada por los días del accidente, ni siquiera contaba con los documentos que le acreditaran como un conductor con pleno conocimiento de las señales y normas de tránsito.
De acuerdo con el testimonio de Hermelina Rincón, basado en las versiones de quienes atestiguaron el hecho, el motociclista apareció en la vía a gran velocidad y sin precaución alguna cuando su esposo apenas había dado dos pasos sobre la calle, entonces lo impactó y “nos dicen que voló por la calle, era un conductor imprudente”, exclamó.
Han pasado tres años desde la partida de Gildardo y su familia sigue esperando justicia, aunque una de las grandes moralejas en este caso, es el peligro que representan los conductores irregulares, quienes obtienen una licencia sin tomar las horas de curso exigidas por la ley antes de manipular un automotor en las vías.
Por ello, en 2020, la Superintendencia de Transporte abrió un total de 70 investigaciones entre los 530 Centros de Enseñanza Automovilística (CEA) -habilitados por el Ministerio de Transporte en Colombia- a raíz de la entrega de licencias a estudiantes inasistentes, quienes no cumplen con las horas de instrucción exigidas antes de tomar un vehículo o una motocicleta.
De acuerdo con Camilo Pabón, superintendente de Transporte, esas aperturas derivaron en 12 sanciones, cifra idéntica a la obtenida en 2019 por la misma conducta irregular, aunque ese año, solo se abrió una investigación.
Lo anterior indica que los intentos por saltarse el tiempo de formación continúan presentándose en el territorio nacional, a pesar de que uno de los propósitos al habilitar el Sistema de Control y Vigilancia en Línea (Sicov), en 2017, era precisamente combatir la tasa de accidentalidad asociada a la falta de pericia y conocimiento.