La furia de Jair Bolsonaro no podía esperar al amanecer. A las 4 de la mañana del miércoles, desde su habitación de hotel en Arabia Saudí, donde se encontraba en una visita oficial, el presidente de Brasil transmitió en vivo en Twitter, en medio de gritos, manoteos e insultos, una respuesta a la publicación de la cadena TV Globo que lo menciona en medio de la investigación sobre el asesinato de la concejal de Rio de Janeiro Marielle Franco.
El crimen, cometido el 14 de marzo de 2018, ha estado en el foco de los medios internacionales por las sospechas de participación de las fuerzas policiales, así como la visibilidad de Franco como activista LGBT y denunciante de los vínculos entre las fuerzas de seguridad y la criminalidad.
La publicación de TV Globo, a través de su noticiero Jornal Nacional, recogió una filtración según la cual uno de los sospechosos habría visitado, horas antes, el condominio en el que vivía el entonces diputado Bolsonaro.
La mención desató la furia del presidente, quien ya había tenido tensiones con la prensa: solo a inicios de esta semana, en una imagen compartida en Twitter por la que luego debió retractarse, el mandatario se retrató a sí mismo como un león rodeado de “hienas”, las cuales representaban a los medios, el Tribunal Supremo y varios partidos políticos.
Fuera de sí, Bolsonaro dijo en el video: “Ustedes, TV Globo, todo el tiempo hacen un infierno mi vida, ¡mierda! No va a funcionar, no tengo motivo para matar a nadie en Rio de Janeiro”. Solo al final pareció calmarse un poco, cuando se recordó a sí mismo: “No debería perder la compostura, soy el presidente”.
Ese hecho precisamente, olvidado por un segundo en medio de la cólera, podría hacer que la investigación del crimen de Franco pase al Tribunal Supremo de Justicia, que según explica el abogado brasileño Antonio Carvalho, es el encargado de investigar los casos vinculados al jefe de Estado.