China le dio un giro a su política internacional, al menos en lo diplomático, para explorar puentes que la acerquen a Occidente en momentos en que busca abrirse paso como una potencia que pueda estar, incluso, por encima de Estados Unidos. Y también aplicó este viraje cuando parecía estar al lado de la invasora –y cada vez más aislada– Rusia.
En efecto, el primer ministro chino, Li Qiang, urgió este martes una mayor cooperación económica con Alemania, cuyo gobierno intenta a su vez reducir su dependencia con el gigante asiático. Y lo hizo desde territorio alemán, por lo cual es más simbólico.
Li, en su primer viaje al extranjero desde que fue nombrado en marzo pasado, también subrayó la importancia de que su país da a las relaciones con la Unión Europea (UE), en un contexto de creciente desconfianza en el bloque hacia Pekín.
“A la recuperación económica mundial le falta una dinámica de crecimiento. China y Alemania, como grandes naciones influyentes, deberían colaborar estrechamente para la paz y el desarrollo en el mundo”, dijo Li en una rueda de prensa, junto al jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz.
El diplomático chino, además, aseguró que Pekín da “una gran importancia a los vínculos entre la Unión Europea y China y desea trabajar con Alemania para impulsar estos vínculos”.
Scholz se reunió con Li en pleno reajuste de la diplomacia alemana hacia China, aunque sigue siendo su primer socio comercial.
Alemania adopta ahora una visión más crítica hacia el gigante asiático que en años anteriores, especialmente durante la época de la excanciller Angela Merkel, quería reforzar sus relaciones comerciales con China.
El paso chino se da justo cuando la primera economía europea busca diversificar sus socios para “reducir los riesgos” derivados de una excesiva dependencia a China en sectores estratégicos, aunque no puede dejar de lado el mercado chino, clave para su poderosa industria.
“Alemania busca ampliar sus relaciones económicas en Asia. No queremos cerrarnos a un socio, queremos colaboraciones equilibradas”, dijo el canciller, asegurando –sin embargo– que no tenía “ningún interés” en romper los lazos económicos con China.
Pero el diplomático chino pidió a los países que quieran disminuir su dependencia económica con China que no utilicen la estrategia de “reducción de riesgos” para discriminar a su país.
“Pienso que la mayoría de los amigos de la industria alemana no verán a China como un riesgo y no aceptarán una supuesta política de ‘reducción de riesgos’ contra China” dijo Li, subrayando su preocupación por posibles “medidas discriminatorias”.
En plena tensión entre China y Estados Unidos, Alemania se perfila como un buen interlocutor para Pekín, máxime cuando la economía china tiene dificultades para despegar tras la pandemia de covid.
Además, Pekín y Washington reanudaron el diálogo con la reciente visita del secretario de Estado de la Casa Blanca, Antony Blinken, a la capital china. Pero los desacuerdos siguen vigentes entre los dos países.
Blinken afirmó este l martes que durante su reciente visita a Pekín les advirtió a los líderes chinos de la “profunda preocupación” de Estados Unidos ante sus presuntas actividades de inteligencia en Cuba.
“Esto es algo que vamos a vigilar muy, muy de cerca, y hemos sido muy claros al respecto”, añadió al llegar a Londres tras su viaje a Pekín. “Protegeremos nuestra patria y nuestros intereses”, insistió.
Blinken se reunió con el presidente de China, Xi Jinping, y con responsables de la política exterior china durante una visita de dos días, en el viaje estadounidense de más alto nivel a China en casi cinco años que, según ambas partes, desembocó en escasos avances.